SI HIELA EL DÍA DE SAN BLAS 40, HELADAS MÁS
Hay refranes que te marcan por los caminos de España, y otros que solos se embarcan en las horas más extrañas. Cuando los fríos aprietan por esos fríos terrenos, miras mucho a las mesetas que temen si son venenos. Las heladas prevalecen siempre lo dijo un obrero, y sus sombras vi que crecen sin ser gesto aventurero. Los pastores comentaban que tiempos más traicioneros, las escarchas se llevaban los brotes del frío enero. Pastores con sus problemas que adivinaron el tiempo, hoy no valen sus esquemas, aunque conozcan el viento. Los refranes siguen vivos me lo dijo un viejo arriero, ellos buscan adjetivos sin hablar del romancero. Cuarenta heladas seguidas, sin esperar más consuelo, las viñas están dormidas y no florecen almendros, Esta Castilla sedienta cargada de tiempos nuevos, poco sabe de semilla, aunque tenga grandes templos. Las heladas son castigos de otros tiempos pasajeros, que pueden ser enemigos de labradores austeros. Febrero van anunciando que puede dejar sus hielos, el campo lo va pensando, pero no logra consuelos. Hay refranes que persisten sin ser venidos del cielo, ellos solos se resisten y quieren seguir su vuelo. Febrero viene azuzando los fríos que tuvo enero, alguien lo sigue pensando al verle tan traicionero. Las flores de los almendros, parece que se resisten, las heladas lanzan quiebros que en este tiempo persisten. Hay fríos que van clamando por las orillas del Duero, y dicen que van llevando los signos del ventisquero. No podemos ver borrados esos refranes sinceros, y mucho menos callados si son siempre verdaderos. Si hiela el día de San Blas, cuarenta heladas más. Prepárate campesino que el frío vuelve a triunfar, y nadie le ve divino, pero nos llega a dañar. No vale soltar lamentos, ni llegarte a disgustar, podrán correr nuevos vientos que nos lleguen asustar. G X Cantalapiedra.
Hay refranes que te marcan por los caminos de España, y otros que solos se embarcan en las horas más extrañas. Cuando los fríos aprietan por esos fríos terrenos, miras mucho a las mesetas que temen si son venenos. Las heladas prevalecen siempre lo dijo un obrero, y sus sombras vi que crecen sin ser gesto aventurero. Los pastores comentaban que tiempos más traicioneros, las escarchas se llevaban los brotes del frío enero. Pastores con sus problemas que adivinaron el tiempo, hoy no valen sus esquemas, aunque conozcan el viento. Los refranes siguen vivos me lo dijo un viejo arriero, ellos buscan adjetivos sin hablar del romancero. Cuarenta heladas seguidas, sin esperar más consuelo, las viñas están dormidas y no florecen almendros, Esta Castilla sedienta cargada de tiempos nuevos, poco sabe de semilla, aunque tenga grandes templos. Las heladas son castigos de otros tiempos pasajeros, que pueden ser enemigos de labradores austeros. Febrero van anunciando que puede dejar sus hielos, el campo lo va pensando, pero no logra consuelos. Hay refranes que persisten sin ser venidos del cielo, ellos solos se resisten y quieren seguir su vuelo. Febrero viene azuzando los fríos que tuvo enero, alguien lo sigue pensando al verle tan traicionero. Las flores de los almendros, parece que se resisten, las heladas lanzan quiebros que en este tiempo persisten. Hay fríos que van clamando por las orillas del Duero, y dicen que van llevando los signos del ventisquero. No podemos ver borrados esos refranes sinceros, y mucho menos callados si son siempre verdaderos. Si hiela el día de San Blas, cuarenta heladas más. Prepárate campesino que el frío vuelve a triunfar, y nadie le ve divino, pero nos llega a dañar. No vale soltar lamentos, ni llegarte a disgustar, podrán correr nuevos vientos que nos lleguen asustar. G X Cantalapiedra.