LA AMISTAD.
La amistad es algo maravilloso que nos ayuda a vivir, a compartir con otras personas nuestras inquietudes y nuestros sentimientos a la vez que nos sirven de apoyo, de aliento y de ayuda, en momentos complicados o difíciles que ellos nos hacen más llevaderos y, si es posible, nos permiten solucionarlos.
Hay amiguillos, amigos y amigazos.
Son amiguillos los que por coincidencia en un puesto de trabajo, en una asociación cultural, deportiva o artística, nos conocen, tienen alguna relación con nosotros, nos saludan al pasar y, nada más, no traspasan nuestro el escalón de la amistad, son simplemente unos conocidos.
Luego están los amigos, estos no tienen por qué trabajar con nosotros, ni ir al partido de fútbol, o al mismo bar, son los que de desde pequeños coincidieron con nosotros en el colegio o en el Instituto, los que jugaban en el mismo equipo, los que sus familias eran ya amigas de las nuestras, los que viven en nuestra calle o en nuestro edificio, los que invitamos a los actos de la familia y los que si traspasan ese escalón o nivel de la amistad. Pero esos no participan de nuestras intimidades, ni de nuestros secretos, esos son los que comparten con nosotros los acontecimientos sociales y tiene acceso a nuestra familia pero de forma más bien superficial.
Y luego están los amigazos, los que posemos contar con los dedos de la mano, los que nunca fallan, los que siempre están contigo, en lo bueno y en lo malo, los que no te critican, los que no te traicionan, los que siempre puedes contar con ellos para lo que sea. Estos, y solo estos, son los que no solo rebasan el listón de tu amistad es que lo superan, de tal manera, que forman contigo una piña que lo único que pretenden es disfrutar contigo de vuestra amistad, compartir contigo muchos momentos se diversión, ayudarte a conseguir tus objetivos, y a estar junto a tí en los momentos más difíciles para llorar contigo, para tenderte la mano y para que seas feliz.
Pero hay una nueva clase de amigos, que desde la distancia, también participan de tu amistad, una amistad sincera y desinteresada, que surge porque ellos mismos se buscan, se atraen, se identifican,
y se conocen a través lo modernos medios de comunicación, a través de Internet. Los vamos a llamar amigos internautas. Yo tengo grandes amigos por la web, viven en Madrid, nos conocimos porque todos escribíamos en un foro y observamos que nuestras formas de ser y de pensar eran muy similares entonces nos buscamos por la Web y manifestamos nuestro deseo de reunirnos en el ordenador para contarnos nuestras cosas, y para comentar en un foro, muy particular, todas las noticias y todos los suceso que van acaeciendo.
Y ahí estamos, ahora a través del Whatsaap que es más rápido y cómodo. Un abrazo a todos mis amigos, de cualquier clase, y uno muy especial para estos nuevos amigos internautas.
La amistad es algo maravilloso que nos ayuda a vivir, a compartir con otras personas nuestras inquietudes y nuestros sentimientos a la vez que nos sirven de apoyo, de aliento y de ayuda, en momentos complicados o difíciles que ellos nos hacen más llevaderos y, si es posible, nos permiten solucionarlos.
Hay amiguillos, amigos y amigazos.
Son amiguillos los que por coincidencia en un puesto de trabajo, en una asociación cultural, deportiva o artística, nos conocen, tienen alguna relación con nosotros, nos saludan al pasar y, nada más, no traspasan nuestro el escalón de la amistad, son simplemente unos conocidos.
Luego están los amigos, estos no tienen por qué trabajar con nosotros, ni ir al partido de fútbol, o al mismo bar, son los que de desde pequeños coincidieron con nosotros en el colegio o en el Instituto, los que jugaban en el mismo equipo, los que sus familias eran ya amigas de las nuestras, los que viven en nuestra calle o en nuestro edificio, los que invitamos a los actos de la familia y los que si traspasan ese escalón o nivel de la amistad. Pero esos no participan de nuestras intimidades, ni de nuestros secretos, esos son los que comparten con nosotros los acontecimientos sociales y tiene acceso a nuestra familia pero de forma más bien superficial.
Y luego están los amigazos, los que posemos contar con los dedos de la mano, los que nunca fallan, los que siempre están contigo, en lo bueno y en lo malo, los que no te critican, los que no te traicionan, los que siempre puedes contar con ellos para lo que sea. Estos, y solo estos, son los que no solo rebasan el listón de tu amistad es que lo superan, de tal manera, que forman contigo una piña que lo único que pretenden es disfrutar contigo de vuestra amistad, compartir contigo muchos momentos se diversión, ayudarte a conseguir tus objetivos, y a estar junto a tí en los momentos más difíciles para llorar contigo, para tenderte la mano y para que seas feliz.
Pero hay una nueva clase de amigos, que desde la distancia, también participan de tu amistad, una amistad sincera y desinteresada, que surge porque ellos mismos se buscan, se atraen, se identifican,
y se conocen a través lo modernos medios de comunicación, a través de Internet. Los vamos a llamar amigos internautas. Yo tengo grandes amigos por la web, viven en Madrid, nos conocimos porque todos escribíamos en un foro y observamos que nuestras formas de ser y de pensar eran muy similares entonces nos buscamos por la Web y manifestamos nuestro deseo de reunirnos en el ordenador para contarnos nuestras cosas, y para comentar en un foro, muy particular, todas las noticias y todos los suceso que van acaeciendo.
Y ahí estamos, ahora a través del Whatsaap que es más rápido y cómodo. Un abrazo a todos mis amigos, de cualquier clase, y uno muy especial para estos nuevos amigos internautas.