UN AÑO QUE FUI A GALICIA
Entre noticias de guerra me marche de madrugada, Rusia sembrando la muerte sobre las tierras de Ucrania. Recorrí mucho terreno y hasta Galicia llegaba, hay caminos en las mentes que no les extraña nada. Eran noticias malditas, eran sombras mal llegadas, fueron las tierras que gritan a las guerras incendiarias. Un camino de penumbra sobre una tierra encantada, cuando la muerte deslumbra esperas la madrugada. La radio siempre sonando, sus ecos eran proclamas, el coche marchó sufriendo por las noticias llegadas. Los rusos fueron dañando a las gentes y sus casas, Ucrania sufrió penando en multitud de batallas, Recorrí Puentedeume aquella tarde enmarcada, y tome mi chocolate en una mesa adentrada, La Chocolatería El Puente, estaba muy solitaria, la gente estaba pendiente de ver la tierra incendiada. Sentimos las soledades de la Galicia encantada, y notamos las verdades de la guerra condenada. Sentí la gente penando, era seria la batalla, Galicia vivía temblando sin querer ver la metralla. El día veinticuatro era soñar la esperanza, que Putin dejara el mazo de amenazar cualquier plaza. Hitler le vi de repente, queriendo tomar más plazas, y los hombres de otras tierras le rompieron su balanza. Son dictadores sin tregua, son caciques con su lanza, que nos imponen su lengua y no saben de templanza. Quieren gobernar el mundo, su fama no les alcanza, y todo lo ven absurdo cuando prueban su balanza. Dictadores sin motivo, embaucadores sin calma, solo miran su adjetivo si ven que pierden la calma. Las razones de la vida son derribar las murallas, no existe tierra elegida si la llenas de batallas. Un año paso corriendo, un año rompiendo calma, Putin nos llega fingiendo mientras tiene negro el alma. G X Cantalapiedra.
Entre noticias de guerra me marche de madrugada, Rusia sembrando la muerte sobre las tierras de Ucrania. Recorrí mucho terreno y hasta Galicia llegaba, hay caminos en las mentes que no les extraña nada. Eran noticias malditas, eran sombras mal llegadas, fueron las tierras que gritan a las guerras incendiarias. Un camino de penumbra sobre una tierra encantada, cuando la muerte deslumbra esperas la madrugada. La radio siempre sonando, sus ecos eran proclamas, el coche marchó sufriendo por las noticias llegadas. Los rusos fueron dañando a las gentes y sus casas, Ucrania sufrió penando en multitud de batallas, Recorrí Puentedeume aquella tarde enmarcada, y tome mi chocolate en una mesa adentrada, La Chocolatería El Puente, estaba muy solitaria, la gente estaba pendiente de ver la tierra incendiada. Sentimos las soledades de la Galicia encantada, y notamos las verdades de la guerra condenada. Sentí la gente penando, era seria la batalla, Galicia vivía temblando sin querer ver la metralla. El día veinticuatro era soñar la esperanza, que Putin dejara el mazo de amenazar cualquier plaza. Hitler le vi de repente, queriendo tomar más plazas, y los hombres de otras tierras le rompieron su balanza. Son dictadores sin tregua, son caciques con su lanza, que nos imponen su lengua y no saben de templanza. Quieren gobernar el mundo, su fama no les alcanza, y todo lo ven absurdo cuando prueban su balanza. Dictadores sin motivo, embaucadores sin calma, solo miran su adjetivo si ven que pierden la calma. Las razones de la vida son derribar las murallas, no existe tierra elegida si la llenas de batallas. Un año paso corriendo, un año rompiendo calma, Putin nos llega fingiendo mientras tiene negro el alma. G X Cantalapiedra.