DONAÑA
Hemos venido a Matalascañas, y hemos visitado el Parque Nacional de Doñana, en la provincia de Huelva, municipio de Almonte, junto a la ermita del Rocío, y hemos quedado totalmente impresionado y gratamente sorprendido por la magnitud del mismo y por el inmenso valor cultural y ecológico de los tres definidos ecosistemas diferenciados que lo forman: la playa, el monte y las dunas.
Para visitarlo tienes que acercarte hasta él comprar una entrada y dejar que la administración del parque te lleve en un todo terreno especial, con una capacidad de unas 20 personas, conducido por un funcionario especializado que a la vez te va sirviendo de guía a lo largo de todo el recorrido, unos 34 kms. con una profesionalidad y una atención dignas de destacar como excelentes.
El recorrido dura una 4 horas y empieza mostrándote las playas vírgenes, en la que solo puedes ver a los pescadores de coquinas, autorizados que provistos de un traje especial, de un rastrillo y un cesto se introducen dentro del mar aprovechando la marea baja, con un alto riesgo para arrancar de la arena esos pequeños moluscos que una vez cribados y limpios irán a los restaurantes de la zona para deguste de todo el personal.
En seguida te encuentras con la desembocadura del río Guadalquivir a la altura de San Lucar de Barrameda, que es toda una gozada por el cambio que se produce en la confluencia del río con el Océano Atlántico tanto en el cambio del color del agua como en la desaparición de las olas ante el empuje del cauce del río, río que sigue siendo navegable hasta Sevilla.
Después se pasa al monte donde se observa la vegetación autóctona de la zona con los pinos, sabinas, encinas, chaparros, y el matorral tomillo, romero, y muchas más especies tanto de árboles, como de arbustos y plantas. Aquí es donde ya se puede ver la fauna: lince ibérico, gamos, ciervos, jabalíes, águilas, vacas especiales de la zona y también caballos salvajes Hoy hemos visto de todos menos el lince que es un animal nocturno y por eso y por su reducido número es muy difícil de ver en el recorrido.
La última parte son las dunas y las marismas en donde la arena juega un papel importante porque va cambiando el paisaje con el tiempo, enterrando los árboles y la vegetación creando las dunas que son el origen de todos estos cambios. Es muy interesante este paisaje que en algunas zonas se convierte en un auténtico mini desierto. En esta zona se encuentran las marismas, que ahora están todavía en invierno no muy sobradas de agua, porque cuando alcanzan su mayor extensión y capacidad es en primavera cuando la lluvia las llena con extensión de miles de hectáreas, que sirven para dar cobijo a todas las aves que de África suben aquí para evitar las calores del verano y poder sacar adelante a sus crías. Son animales de esta última zona, la víbora triangulada muy venenosa, los lagartos y demás reptiles, además de las aves de todo tipo que en la época de primavera se cuentan por millones.
Terminada esta interesantísima lección de naturaleza viva, que es lo que te dan aquí, se me ocurre aconsejar a todos los padres que pueda que traigan aquí a sus hijos porque la asignatura de naturaleza seguro que la aprueban con sobresaliente," ya que una imagen vale más que mil palabras."
Y de paso que visiten a la Virgen del Rocío que se encuentra junto al lado de este inmenso y maravilloso parque de nuestra Andalucía para conocerla, visitarla, rezarle, adorarla y darle las gracias por haber querido venirse aquí donde los andaluces la tendremos eternamente entre nosotros. ¡Viva la Virgen del Rocío.!
Hemos venido a Matalascañas, y hemos visitado el Parque Nacional de Doñana, en la provincia de Huelva, municipio de Almonte, junto a la ermita del Rocío, y hemos quedado totalmente impresionado y gratamente sorprendido por la magnitud del mismo y por el inmenso valor cultural y ecológico de los tres definidos ecosistemas diferenciados que lo forman: la playa, el monte y las dunas.
Para visitarlo tienes que acercarte hasta él comprar una entrada y dejar que la administración del parque te lleve en un todo terreno especial, con una capacidad de unas 20 personas, conducido por un funcionario especializado que a la vez te va sirviendo de guía a lo largo de todo el recorrido, unos 34 kms. con una profesionalidad y una atención dignas de destacar como excelentes.
El recorrido dura una 4 horas y empieza mostrándote las playas vírgenes, en la que solo puedes ver a los pescadores de coquinas, autorizados que provistos de un traje especial, de un rastrillo y un cesto se introducen dentro del mar aprovechando la marea baja, con un alto riesgo para arrancar de la arena esos pequeños moluscos que una vez cribados y limpios irán a los restaurantes de la zona para deguste de todo el personal.
En seguida te encuentras con la desembocadura del río Guadalquivir a la altura de San Lucar de Barrameda, que es toda una gozada por el cambio que se produce en la confluencia del río con el Océano Atlántico tanto en el cambio del color del agua como en la desaparición de las olas ante el empuje del cauce del río, río que sigue siendo navegable hasta Sevilla.
Después se pasa al monte donde se observa la vegetación autóctona de la zona con los pinos, sabinas, encinas, chaparros, y el matorral tomillo, romero, y muchas más especies tanto de árboles, como de arbustos y plantas. Aquí es donde ya se puede ver la fauna: lince ibérico, gamos, ciervos, jabalíes, águilas, vacas especiales de la zona y también caballos salvajes Hoy hemos visto de todos menos el lince que es un animal nocturno y por eso y por su reducido número es muy difícil de ver en el recorrido.
La última parte son las dunas y las marismas en donde la arena juega un papel importante porque va cambiando el paisaje con el tiempo, enterrando los árboles y la vegetación creando las dunas que son el origen de todos estos cambios. Es muy interesante este paisaje que en algunas zonas se convierte en un auténtico mini desierto. En esta zona se encuentran las marismas, que ahora están todavía en invierno no muy sobradas de agua, porque cuando alcanzan su mayor extensión y capacidad es en primavera cuando la lluvia las llena con extensión de miles de hectáreas, que sirven para dar cobijo a todas las aves que de África suben aquí para evitar las calores del verano y poder sacar adelante a sus crías. Son animales de esta última zona, la víbora triangulada muy venenosa, los lagartos y demás reptiles, además de las aves de todo tipo que en la época de primavera se cuentan por millones.
Terminada esta interesantísima lección de naturaleza viva, que es lo que te dan aquí, se me ocurre aconsejar a todos los padres que pueda que traigan aquí a sus hijos porque la asignatura de naturaleza seguro que la aprueban con sobresaliente," ya que una imagen vale más que mil palabras."
Y de paso que visiten a la Virgen del Rocío que se encuentra junto al lado de este inmenso y maravilloso parque de nuestra Andalucía para conocerla, visitarla, rezarle, adorarla y darle las gracias por haber querido venirse aquí donde los andaluces la tendremos eternamente entre nosotros. ¡Viva la Virgen del Rocío.!
Es verdad que es digno de visitar, yo lo he hecho desde SAN LUCAR DE BARRAMEDA y desde la misma ermita del Rocío, en dos ocasiones diferentes y merece muchísimo la pena, es todo un prodigio de la naturaleza.
Saludos Lara Lemus.
Saludos Lara Lemus.