BUSCANDO LAS HUELLAS DE DON ANTONIO MACHADO.
Eran fechas veraniegas las que aquel hombre buscaba, eran sendas incompletas que con el viento formaba, De la América Latina hasta Soria se llegaba, era pura medicina la que su mente soñaba. Por Caminos de Pinares y en Los Picos del Urbión, en las grandes soledades quiso lograr su emoción. Machado tiene sus sombras entre caminos andados, pisarlos siempre te asombras siendo lugares soñados. Versos que fueron dejando sus huellas que van creciendo, si miras a las estrellas pudieran gozar sufriendo. Los Caminos machadianos todos conservan recuerdos, que se vuelven más humanos en los momentos más cuerdos. Soria mantiene sus sendas envueltas entre lamentos, no se necesitan vendas ni buscar raros momentos. Por San Polo caminando, sientes el ruido del viento, San Saturio va dejando olores que dan aliento. Estas laderas del Duero, donde el Soto nota el viento, es tierra de ROMANCERO repleta de sentimiento. Entre sombras machadianas Soria no pierde su aliento, haciendo bellas mañanas que no parecen invento. Hablan de viejos caminos, con La Laguna en el centro, nadie conoce los signos ni lo que tienen por dentro. Los que vinieron buscando las huellas de buenos versos, se quedaron tropezando con caminos en suspensos. Las huellas siguen dejando sombras de pinares viejos, al contemplarlas te asombras y puedes borrar complejos. Soria conserva las huellas de aquel profesor sin veto, que mirando a las estrellas se nota ser hombre inquieto. Miro a Soria desde arriba, El Mirón lanza reflejos, no necesito de criba ni nada me da complejos. En las huellas de Machado se escriben ciertos lamentos, es el camino soñado donde viven otros tiempos. Por El Soto van buscando a su tan querido Duero, los años se van pasando y el tiempo se vuelve austero. G X Cantalapiedra.
Eran fechas veraniegas las que aquel hombre buscaba, eran sendas incompletas que con el viento formaba, De la América Latina hasta Soria se llegaba, era pura medicina la que su mente soñaba. Por Caminos de Pinares y en Los Picos del Urbión, en las grandes soledades quiso lograr su emoción. Machado tiene sus sombras entre caminos andados, pisarlos siempre te asombras siendo lugares soñados. Versos que fueron dejando sus huellas que van creciendo, si miras a las estrellas pudieran gozar sufriendo. Los Caminos machadianos todos conservan recuerdos, que se vuelven más humanos en los momentos más cuerdos. Soria mantiene sus sendas envueltas entre lamentos, no se necesitan vendas ni buscar raros momentos. Por San Polo caminando, sientes el ruido del viento, San Saturio va dejando olores que dan aliento. Estas laderas del Duero, donde el Soto nota el viento, es tierra de ROMANCERO repleta de sentimiento. Entre sombras machadianas Soria no pierde su aliento, haciendo bellas mañanas que no parecen invento. Hablan de viejos caminos, con La Laguna en el centro, nadie conoce los signos ni lo que tienen por dentro. Los que vinieron buscando las huellas de buenos versos, se quedaron tropezando con caminos en suspensos. Las huellas siguen dejando sombras de pinares viejos, al contemplarlas te asombras y puedes borrar complejos. Soria conserva las huellas de aquel profesor sin veto, que mirando a las estrellas se nota ser hombre inquieto. Miro a Soria desde arriba, El Mirón lanza reflejos, no necesito de criba ni nada me da complejos. En las huellas de Machado se escriben ciertos lamentos, es el camino soñado donde viven otros tiempos. Por El Soto van buscando a su tan querido Duero, los años se van pasando y el tiempo se vuelve austero. G X Cantalapiedra.