LOS MAYORES
¿No os habéis dado cuenta de cuanto ha cambiado la sociedad en estos últimos tiempos respecto a las personas mayores?
Antes era una preocupación para los hijos la atención de ellos en la vejez de tal manea que cuando un hijo/ llevaba a su antecesor a una residencia (Hospicio) era duramente criticado por la sociedad y personalmente suponía un acto de abandono y de desentenderse de las obligaciones de hijo.
Hoy son muchos padres los que se tienen que preocupar por sus hijos ofreciéndoles su vivienda y hasta su pensión para que ellos puedan alimentar y dar un hogar a su familia. O en otros casos se ofrecen como responsables de llevar los nietos a clase o sacarlos a pasear.
¿Es que estos hijos son peores que los de antes o los abuelos son mejores ahora? Ni una cosa ni otra
lo que sucede es que antes los mayores no tenían paga y cuando se jubilaban no podían comer ahora en muchos casos sucede lo contrario hay hijos sin trabajo, han perdido su piso y los padres tienen su paga y su casa para paliar en parte su precaria situación.
Ahora los mayores, que se lo pueden permitir, eligen sin ningún trauma una residencia y así no interfieren la marcha de sus hijos y sus familias y comprenden que su vida ya ha pasado a un plano inferior y lo que interesa es que sean sus hijos y nietos los que puedan vivir y organizar su futuro sin ataduras y sin estorbos.
Estamos en una situación de deterioro progresivo de la sociedad, en todos los ámbitos, que es preciso corregir y subsanar para el futuro inmediato porque si no lo hacemos el futuro va a ser un auténtico coas.
Hoy los jóvenes, en su mayoría no tienen trabajo hasta los 30 o más años y si lo hacen es con contratos precarios, economía sumergida, o contratos a tiempo parcial. Estos nunca van a llegar a tener una buena pensión, si es que consiguen alguna, y entonces quien les va a ayudar en su jubilación y quien va a ayudar a los hijos de esos jubilados sin paga y sus nietos si entonces los abuelos ya tampoco tienen ayuda.
O sea que ahora estamos mal pero todavía podemos ayudarnos unos a otros, hijos y mayores, pero yo pienso en mis nietos y en sus hijos porque tal como tenemos el panorama político, que ellos cada vez son más y no se ponen de acuerdo, en nada, difícilmente van a arreglar esto rápidamente, que es lo que necesitamos.
Seamos responsables a la hora de decidir nuestro futuro, no caigamos en las demagogias que prometen paraísos imposibles, y hagamos posible un entendimiento mayoritario, entre izquierda y derecha, que es tanto como decir entre todos para poder enderezar el barco, que da aguas por todos lados, no sea que nos hundamos y entonces ya no haya solución para nadie.
¿No os habéis dado cuenta de cuanto ha cambiado la sociedad en estos últimos tiempos respecto a las personas mayores?
Antes era una preocupación para los hijos la atención de ellos en la vejez de tal manea que cuando un hijo/ llevaba a su antecesor a una residencia (Hospicio) era duramente criticado por la sociedad y personalmente suponía un acto de abandono y de desentenderse de las obligaciones de hijo.
Hoy son muchos padres los que se tienen que preocupar por sus hijos ofreciéndoles su vivienda y hasta su pensión para que ellos puedan alimentar y dar un hogar a su familia. O en otros casos se ofrecen como responsables de llevar los nietos a clase o sacarlos a pasear.
¿Es que estos hijos son peores que los de antes o los abuelos son mejores ahora? Ni una cosa ni otra
lo que sucede es que antes los mayores no tenían paga y cuando se jubilaban no podían comer ahora en muchos casos sucede lo contrario hay hijos sin trabajo, han perdido su piso y los padres tienen su paga y su casa para paliar en parte su precaria situación.
Ahora los mayores, que se lo pueden permitir, eligen sin ningún trauma una residencia y así no interfieren la marcha de sus hijos y sus familias y comprenden que su vida ya ha pasado a un plano inferior y lo que interesa es que sean sus hijos y nietos los que puedan vivir y organizar su futuro sin ataduras y sin estorbos.
Estamos en una situación de deterioro progresivo de la sociedad, en todos los ámbitos, que es preciso corregir y subsanar para el futuro inmediato porque si no lo hacemos el futuro va a ser un auténtico coas.
Hoy los jóvenes, en su mayoría no tienen trabajo hasta los 30 o más años y si lo hacen es con contratos precarios, economía sumergida, o contratos a tiempo parcial. Estos nunca van a llegar a tener una buena pensión, si es que consiguen alguna, y entonces quien les va a ayudar en su jubilación y quien va a ayudar a los hijos de esos jubilados sin paga y sus nietos si entonces los abuelos ya tampoco tienen ayuda.
O sea que ahora estamos mal pero todavía podemos ayudarnos unos a otros, hijos y mayores, pero yo pienso en mis nietos y en sus hijos porque tal como tenemos el panorama político, que ellos cada vez son más y no se ponen de acuerdo, en nada, difícilmente van a arreglar esto rápidamente, que es lo que necesitamos.
Seamos responsables a la hora de decidir nuestro futuro, no caigamos en las demagogias que prometen paraísos imposibles, y hagamos posible un entendimiento mayoritario, entre izquierda y derecha, que es tanto como decir entre todos para poder enderezar el barco, que da aguas por todos lados, no sea que nos hundamos y entonces ya no haya solución para nadie.