SANLUCAR UN AÑO MÁS
Laly y yo, hoy, hemos vuelto a Sanlúcar de Barrameda al hotel que nuestros hijos nos regalaron cuando celebramos la Bodas de Oro porque nos encantó el lugar, en aquella ocasión, hace ya 5 años. La terrible pandemia nos impidió seguir repitiendo esta celebración, cada año, pero una vez que ya pudimos deshacernos de ella, decidimos venir, aquí contnuar la experiencia, y seguir recordando y celebrando cada años, mientras podamos, nuestro particular y especial 50 cumpleaños matrimonial.
Sanlúcar de Barrameda es un pueblo gaditano muy especial porque en él se produce la desembocadura de nuestro río Guadalquivir, con el Coto Doñana por la otra orilla, y en el aspecto gastronómico porque allí se crían los famosos langostinos que llevan su nombre y que son de una excepcional calidad, difícilmente igualable, en el mundo entero.
Llegamos al hotel, de siempre, que tiene 10 plantas se llama Guadalquivir y como tiene luces por los cuatro costados tiene unas vistas impresionantes y, cara al mar, en su terraza, se puede ver todos los días una puesta de sol espectacular a la que asiste a diario muchas personas para poder contemplarla y observar como el sol desaparece entre el río y el coto.
Vamos a permanecer aquí dos días, después de visitar el estupendo mercado municipal en el que hemos comprobado los precios del pescado y las fruta que aquí son baratísimos, en comparación con Estepona, hemos paseado, hecho unas compras y en la emblemática plaza del Cabildo, hemos comido en casa Balbino el restaurante más popular de Sanlucar, donde las tortitas de camarones son su plato estrella y por 39 € hemos degustado una comida espectacular a base de 6 tapas diferentes, enormes, y acompañados con unas quisquillas de la zona. Una comida para dos personas que ni en Fuensanta sería tan barata.
Mañana a primera hora nos iremos de paseo, visitaremos los lugares de esta ciudad que tanto nos gustan y yo pienso comprar en alguna fábrica de manzanilla, que aquí aquí están todas las buenas de España, una caja de botellas para ir las consumiendo en casa acompañado con amigos.
Para el mediodía tenemos reserva en Casa Bigote, un restaurante famoso en toda España, donde tenemos reservado mesa desde hace 15 días, porque si no es imposible comer allí, y desde luego que lo primero que pediremos son son sus exquisitos langostinos, entre otras cosas, porque son los langostinos los que han hecho famoso a este empresario, porque aunque hay muchos, como los de Sanlúcar ningunos.
Por la noche cenaremos, de nuevo en casa Balbino, que es una institución, el mejor y un barato lujo.
Y el jueves antes de marchar iremos a la plaza a comprar langostinos, brevas y cerezas, que nos ahorramos un dinero para casa donde esperamos llegar contentos y satisfechos de haber continuado con la ya habitual visita sanluqueña y esperando poder volver a hacerlo muchos años más y que Dios nos lo permita.
Laly y yo, hoy, hemos vuelto a Sanlúcar de Barrameda al hotel que nuestros hijos nos regalaron cuando celebramos la Bodas de Oro porque nos encantó el lugar, en aquella ocasión, hace ya 5 años. La terrible pandemia nos impidió seguir repitiendo esta celebración, cada año, pero una vez que ya pudimos deshacernos de ella, decidimos venir, aquí contnuar la experiencia, y seguir recordando y celebrando cada años, mientras podamos, nuestro particular y especial 50 cumpleaños matrimonial.
Sanlúcar de Barrameda es un pueblo gaditano muy especial porque en él se produce la desembocadura de nuestro río Guadalquivir, con el Coto Doñana por la otra orilla, y en el aspecto gastronómico porque allí se crían los famosos langostinos que llevan su nombre y que son de una excepcional calidad, difícilmente igualable, en el mundo entero.
Llegamos al hotel, de siempre, que tiene 10 plantas se llama Guadalquivir y como tiene luces por los cuatro costados tiene unas vistas impresionantes y, cara al mar, en su terraza, se puede ver todos los días una puesta de sol espectacular a la que asiste a diario muchas personas para poder contemplarla y observar como el sol desaparece entre el río y el coto.
Vamos a permanecer aquí dos días, después de visitar el estupendo mercado municipal en el que hemos comprobado los precios del pescado y las fruta que aquí son baratísimos, en comparación con Estepona, hemos paseado, hecho unas compras y en la emblemática plaza del Cabildo, hemos comido en casa Balbino el restaurante más popular de Sanlucar, donde las tortitas de camarones son su plato estrella y por 39 € hemos degustado una comida espectacular a base de 6 tapas diferentes, enormes, y acompañados con unas quisquillas de la zona. Una comida para dos personas que ni en Fuensanta sería tan barata.
Mañana a primera hora nos iremos de paseo, visitaremos los lugares de esta ciudad que tanto nos gustan y yo pienso comprar en alguna fábrica de manzanilla, que aquí aquí están todas las buenas de España, una caja de botellas para ir las consumiendo en casa acompañado con amigos.
Para el mediodía tenemos reserva en Casa Bigote, un restaurante famoso en toda España, donde tenemos reservado mesa desde hace 15 días, porque si no es imposible comer allí, y desde luego que lo primero que pediremos son son sus exquisitos langostinos, entre otras cosas, porque son los langostinos los que han hecho famoso a este empresario, porque aunque hay muchos, como los de Sanlúcar ningunos.
Por la noche cenaremos, de nuevo en casa Balbino, que es una institución, el mejor y un barato lujo.
Y el jueves antes de marchar iremos a la plaza a comprar langostinos, brevas y cerezas, que nos ahorramos un dinero para casa donde esperamos llegar contentos y satisfechos de haber continuado con la ya habitual visita sanluqueña y esperando poder volver a hacerlo muchos años más y que Dios nos lo permita.
D. Manuel, como siempre es un placer leer sus historias que plasma en este foro, ¡cuanta felicidad desprenden las mismas!
Saludos cordiales.
Saludos cordiales.
gracias triana un saludo muy cordial