EMPEZÓ EL VERANO
Es el verano para mi, la estación más atractiva del año pues no le temo al calor, que se quita con un baño, las horas de día son mucho más largas, la vida se realiza más en la calle, al aire libre, y se vive más en contacto con la naturaleza y con la gente. Si a esto añadimos que es en el verano cuando más se disfrutan las vacaciones, yo me quedo con el verano sin lugar a discusiones.
Lo que pasa es que los veranos, como tantas cosas, han cambiado con los tiempos, en mi infancia el verano como época de vacaciones fuera del pueblo, no existía, las piscinas tampoco, en todo caso albercas de las que se empleaban para regar las huertas o chilancos, (remansos de agua del rio), eran nuestras particulares piscinas con agua sucia y a veces hasta con ranas.
Para los mayores el verano se limitaba a sacar una silla a la puerta de la calle y disfrutar del fresquito de la madrugada y de la charla y la conversación con los vecinos.
Ahora el veraneo tiene infinidad de atractivos y de opciones para los que tienen, todavía, la posibilidad de disfrutarlo. Está la playa, está la montaña, están los cruceros, están los viajes nacionales o extranjeros que nos ofrecen todo un mundo que conocer, disfrutar y visitar.
Además hay piscinas casi en todas las casa y estas piscinas tienen su depuradora que mantiene el agua todo el verano como el primer día. Y sobre todo están los coches, todo el mundo tiene coche, y en el peor de los casos utilizando el de un amigo, la familia puede aprovechar los fines de semana para acercarse a la playa, al parque de atracciones o al río más cercano. El verano es sin duda la época del año que todos disfrutamos más porque las condiciones climáticas son excelentes y contamos con la ayuda y la presencia constante del sol. Hablo de nuestra tierra Andalucía que en eso como en tantas otras cosas se lleva la palma.
Es mucho más barato vivir en verano en cuanto a nuestros vestidos y nuestro calzado. Solo una camiseta, un bañador, o pantalón corto, y unas chanclas son nuestro equipo de viaje y de andar por casa. Eso a los hombres porque las mujeres con si bikini o monokini, ya tiene bastante.
Y no me negarán lo guapas que están las mujeres en el verano, morenitas y con esa escasez de ropa, que es todo un lujo verlas y admirarlas por su belleza tan a la vista.
Hay dos cosas fundamentales para el verano, al menos para refrescarnos cuando hace mucho calor o cuando vives en Jaén, donde el calor nos lo echan con colmo y rebosando, son el helado y el gazpacho.
A mi el helado no me atrae mucho, no porque no esté bueno sino porque tiene un exceso de azúcar y porque más que quitar el calor te hace beber mucha agua y te da sensación de más calor. A mi me va mejor y me gusta más el gazpacho, ese tan nuestro, metido en el frigorífico, muy frío y si quieres hasta con hielo, es la mejor forma de calmar el calor.
Por eso yo con mi bañador, con mis chanclas y mi gazpacho, en verano, me siento el rey del mundo.
Es el verano para mi, la estación más atractiva del año pues no le temo al calor, que se quita con un baño, las horas de día son mucho más largas, la vida se realiza más en la calle, al aire libre, y se vive más en contacto con la naturaleza y con la gente. Si a esto añadimos que es en el verano cuando más se disfrutan las vacaciones, yo me quedo con el verano sin lugar a discusiones.
Lo que pasa es que los veranos, como tantas cosas, han cambiado con los tiempos, en mi infancia el verano como época de vacaciones fuera del pueblo, no existía, las piscinas tampoco, en todo caso albercas de las que se empleaban para regar las huertas o chilancos, (remansos de agua del rio), eran nuestras particulares piscinas con agua sucia y a veces hasta con ranas.
Para los mayores el verano se limitaba a sacar una silla a la puerta de la calle y disfrutar del fresquito de la madrugada y de la charla y la conversación con los vecinos.
Ahora el veraneo tiene infinidad de atractivos y de opciones para los que tienen, todavía, la posibilidad de disfrutarlo. Está la playa, está la montaña, están los cruceros, están los viajes nacionales o extranjeros que nos ofrecen todo un mundo que conocer, disfrutar y visitar.
Además hay piscinas casi en todas las casa y estas piscinas tienen su depuradora que mantiene el agua todo el verano como el primer día. Y sobre todo están los coches, todo el mundo tiene coche, y en el peor de los casos utilizando el de un amigo, la familia puede aprovechar los fines de semana para acercarse a la playa, al parque de atracciones o al río más cercano. El verano es sin duda la época del año que todos disfrutamos más porque las condiciones climáticas son excelentes y contamos con la ayuda y la presencia constante del sol. Hablo de nuestra tierra Andalucía que en eso como en tantas otras cosas se lleva la palma.
Es mucho más barato vivir en verano en cuanto a nuestros vestidos y nuestro calzado. Solo una camiseta, un bañador, o pantalón corto, y unas chanclas son nuestro equipo de viaje y de andar por casa. Eso a los hombres porque las mujeres con si bikini o monokini, ya tiene bastante.
Y no me negarán lo guapas que están las mujeres en el verano, morenitas y con esa escasez de ropa, que es todo un lujo verlas y admirarlas por su belleza tan a la vista.
Hay dos cosas fundamentales para el verano, al menos para refrescarnos cuando hace mucho calor o cuando vives en Jaén, donde el calor nos lo echan con colmo y rebosando, son el helado y el gazpacho.
A mi el helado no me atrae mucho, no porque no esté bueno sino porque tiene un exceso de azúcar y porque más que quitar el calor te hace beber mucha agua y te da sensación de más calor. A mi me va mejor y me gusta más el gazpacho, ese tan nuestro, metido en el frigorífico, muy frío y si quieres hasta con hielo, es la mejor forma de calmar el calor.
Por eso yo con mi bañador, con mis chanclas y mi gazpacho, en verano, me siento el rey del mundo.