CONTINUACIÓN Y FINAL DEL POEMA...

CONTINUACIÓN Y FINAL DEL POEMA

Y así como la España de mis libros se abrió

en Collioure (ante una losa blanca rodeada de cipreses...)

se cerró una mañana frente al Duero.

Del tiempo de su muerte y su destierro al tiempo de su vida

y su palabra,

recorrí en esos días un sendero de honda poesía...

Esa mañana en que llegué hasta
Soria,
me encontré una ciudad austera, seca.

Me esperaron los álamos, los chopos,
la losa de Leonor, el viejo olmo, el alto Espino.
Su palabra clara... y en los chopos del río,
“iniciales grabadas
que son nombres de enamorados...”

Aquí, ciudad de Soria, en una

“tarde mística y guerrera...”

del Arco de San Polo hasta la Ermita

la “curva de ballesta...”

y una tarde invernal son... mi paisaje.

Yo lo habito un instante. Y mis huellas,

de Collioure y de Soria confundidas,

se allegan al Esp“al alto Espino donde está su tierra...”

Tres humildes, lacónicas, palabras

“A Leonor, Antonio”

Así de simple y entrañable,
España!

El viaje, terminado. A mi manera…
Manera mía de querer a España.

La soñé entre mis libros; la armé, paso a paso, con mis manos.

La hice mía, al fin, en sus caminos de historia y poesía desgarrados.

Y hubo un tiempo para llegar a España...

¡Jamás he de olvidarlo...!

Cuántas cosas me quedaron en la memoria. Ojalá pueda rescatarlas...