España marinera pesquera:
España es un país eminentemente marítimo que cuenta con una prolongada plataforma continental a lo largo de toda la periferia del litoral
español. Dicha plataforma, aunque estrecha, ya que el talud se encuentra a escasa distancia de tierra, es muy rica en recursos pesqueros.
La explotación de estos recursos marinos tiene una gran tradición en España. Ya en la Edad Media y la Edad Moderna, el comercio de sardinas, bacalao y boquerones en salazón, bonito en escabeche etc. estableció redes de conexión entre los puertos gallegos, cantábricos, suratlánticos o del levante, y las ciudades del interior.
Las aguas nacionales, definidas desde la costa hasta la línea exterior de 200 millas náuticas, que delimita la Zona Económica Exclusiva (ZEE), constituyen el Caladero Nacional. En el Caladero Nacional faena la mayor parte de la flota pesquera
española en cuatro zonas pesqueras diferenciadas: Cantábrico-Noroeste, Golfo de
Cádiz,
Canarias y Mediterráneo. Se trata de flota de bajura, cuyos buques se encuentran en Censos que les posibilita faenar en zonas determinadas del Caladero y con artes o aparejos específicos, si bien existe un elevado número de unidades pesqueras de carácter artesanal.
La elevada demanda de productos pesqueros puso de manifiesto la insuficiencia de la producción pesquera del caladero nacional y propició el desarrollo de pesquerías en aguas exteriores y caladeros lejanos.
El Tratado de la Unión Europea establece que la pesca constituye una de las
Políticas Comunes y que, por lo tanto, la Unión tiene competencia exclusiva en la materia. Las Comunidades Autónomas tienen competencia sobre la pesca que se realiza en aguas interiores, el marisqueo y la acuicultura, y en materia de ordenación del sector pesquero y de comercialización de los productos pesqueros, en desarrollo y ejecución del marco unitario. Este marco viene determinado por la Ley 3/2001, de 26 de marzo, Ley de Pesca Marítima del Estado.