Señor Mark:
Sin lograr ofender a una lengua tan extraordinariamente rica en toda clase de giros e interpretaciones, se muestra usted como juez y parte de una de las lenguas más antiguas del planeta.
Si no le gusta el español, se puede marchar a otra parte del globo terraqueo para disfrutar de lenguas menos machistas que la nuestra.
Sin lograr ofender a una lengua tan extraordinariamente rica en toda clase de giros e interpretaciones, se muestra usted como juez y parte de una de las lenguas más antiguas del planeta.
Si no le gusta el español, se puede marchar a otra parte del globo terraqueo para disfrutar de lenguas menos machistas que la nuestra.