DESDE MADRID PENSAMOS
Desde Madrid estamos pensando en esa tierra de Levante, donde muchas familias madrileñas tienen su segunda vivienda, y casi siempre recordamos alguna tromba de agua de tormenta, sobre esa zona que nos parece ser digna de conocer, nos acordamos de ver los ríos secos y su suciedad de hierbas cañas y forrajes, además de ver coches, caravanas y otros artilugios que pudieran servir de freno en estos casos de inundaciones por la Dana, que parece que con el cambio climático van en aumento, Hay lugares donde apenas hay corriente por desnivel, como es la zona de La Plana de Castellón, donde los naranjales son una verdadera delicia el poder visitarlos por sus veredas asfaltadas, es una extensión de terreno que va desde El Desierto de Las Palmas hasta la Costa del Grau, Burriana, Benicasim, Moncofar y Nules. es precioso el paisaje, pero, aunque tienen sus canales de correr el agua, cuando las trombas de agua son enormes se quedan pequeños, ante tan grandes avenidas, lo mismo pasa en las tierras de Valencia como son las zonas donde se produce el arroz. Todos sabemos que en verano o al final, existen esas tormentas, que pasan sin dejar que los habitantes de ahí y los turistas puedan seguir en la playas sin demasiados problemas, siempre al día siguiente el sol aparece con esa claridad que tiene esa tierra de Levante, donde sus palmeras bailan cuando el viento las azota. Ahora mismo desde esta enorme ciudad que es Madrid como desde el resto de España, sentimos esa Dana asesina que dejó destrucción y muerte en tan preciosa tierra, Esperamos que se pongan los medios suficientes para evitar que se sigan lamentándose esos destrozos con las fatídicas muertes. que según los estudiosos del tema serán más frecuentes cada año. Que La Madre Naturaleza nos ayude para evitarlo.
G X Cantalapiedra.
Desde Madrid estamos pensando en esa tierra de Levante, donde muchas familias madrileñas tienen su segunda vivienda, y casi siempre recordamos alguna tromba de agua de tormenta, sobre esa zona que nos parece ser digna de conocer, nos acordamos de ver los ríos secos y su suciedad de hierbas cañas y forrajes, además de ver coches, caravanas y otros artilugios que pudieran servir de freno en estos casos de inundaciones por la Dana, que parece que con el cambio climático van en aumento, Hay lugares donde apenas hay corriente por desnivel, como es la zona de La Plana de Castellón, donde los naranjales son una verdadera delicia el poder visitarlos por sus veredas asfaltadas, es una extensión de terreno que va desde El Desierto de Las Palmas hasta la Costa del Grau, Burriana, Benicasim, Moncofar y Nules. es precioso el paisaje, pero, aunque tienen sus canales de correr el agua, cuando las trombas de agua son enormes se quedan pequeños, ante tan grandes avenidas, lo mismo pasa en las tierras de Valencia como son las zonas donde se produce el arroz. Todos sabemos que en verano o al final, existen esas tormentas, que pasan sin dejar que los habitantes de ahí y los turistas puedan seguir en la playas sin demasiados problemas, siempre al día siguiente el sol aparece con esa claridad que tiene esa tierra de Levante, donde sus palmeras bailan cuando el viento las azota. Ahora mismo desde esta enorme ciudad que es Madrid como desde el resto de España, sentimos esa Dana asesina que dejó destrucción y muerte en tan preciosa tierra, Esperamos que se pongan los medios suficientes para evitar que se sigan lamentándose esos destrozos con las fatídicas muertes. que según los estudiosos del tema serán más frecuentes cada año. Que La Madre Naturaleza nos ayude para evitarlo.
G X Cantalapiedra.