Supongo que culpar a los sindicatos resulta muy fácil y barato, por supuesto que se equivocan, pero yo no concibo una estabilidad laboral sin la presencia de los sindicatos, ¿qué derechos tendríamos sin ellos?, pocos o ninguno. A dios lo que es de dios y al césar lo que es del césar, podemos criticarlos, insultarlos,
vituperarlos, pero que me los dejen donde están. Un saludo
vituperarlos, pero que me los dejen donde están. Un saludo