Aquí y en Pekin, la señora Aguirre, por "dejadez", "comodidad", delegación improcedente de sus funciones", "pasar de todo", "confiada", en definitiva por omisión de su función fiscalizadora, tiene la responsabilidad de no haber evitado la
corrupción de sus subordinados, no ya por no enterarse, sino por no haber tomado ninguna medida para enterarse antes de que sucedieran. En mi opinión, si no dimite voluntariamente, deben expulsarla del partido por su incompetencia para el cargo de presidenta que
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