Supongo tocayo, que no me estás prestando ironías.
De la misma manera, que me atrevo a pensar, que te merecen el mismo respetro que a mi me merecieron siempre, y no solo por su sabiduría (es un hecho constatado)
si no que "tiraban del carro" con humildad, tesón, y sin tantos espavientos que al día de hoy se pasean por las calles del mundo.
Hay un hecho de un matrimonio anciano en
Cataluña, que fue la consecuencia de que mi memoria, retornara a sufridas
mujeres, de aquellos tiempos y todos: Y
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