4 - 5 – 2022
ESTOS DÍAS DE MAYO.
Estos días de mayo que brilla la primavera, suelen ser ese remanso de llover agua de veras, voy caminando por calles, y recuerdo bien mi escuela, son esos grandes detalles de ver los rayos tremendos que acechaban en mi tierra. Siento como mi infancia, siempre temiendo la cuesta, de pasar sin elegancia cuando camine a mi escuela. Hoy vuelan los pensamientos, siento el perderme la escuela, Toledo tiene esos vientos de mil culturas abiertas. Ahora piso todos días en otra preciosa escuela, y sin ver tristes los días la cultura te consuela. Mayo que viene florido, este mes brotan las rosas, siendo el mes más elegido que hace las flores gozosas. Cuando recuerdo mi infancia, aquel tiempo de amapolas, mirábamos las llanuras viendo cereales con olas. El recuerdo de los padres, el calor de la familia, la sencillez entre amigas sin ver que nada se olvida. Estos días de mayo que rebosaban cariño, de vez en cuando algún rayo asustaba a muchos niños. Cuando se vive la infancia y sientes pasar la vida, quieres buscar la templanza de caminar sin heridas. Este mayo de lloviznas con sus nubes tormentosas, deja verdes las colinas siendo las tardes dichosas. El recordar es vivir, me dijeron de pequeña, todo tiene un porvenir sin ver la noche risueña. Los años nos dejan penas sin querer sufrir desmadres, la vida te da condenas que se vuelven desdeñables. Mayo nos viene gritando por diferentes caminos, este mes nos va dejando guerra con sufridos signos. Cuantas madres van llorando por las muertes de sus hijos, cuantas lagrimas rodando, suplicando compromisos. Ucrania llora sus muertos, que pueden ser buenos hijos, nadie presume de aciertos al ver negros los destinos. Madres que quieren la Paz, y no maten a sus hijos, que las batallas terminen sin tumbas ni campos fijos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
ESTOS DÍAS DE MAYO.
Estos días de mayo que brilla la primavera, suelen ser ese remanso de llover agua de veras, voy caminando por calles, y recuerdo bien mi escuela, son esos grandes detalles de ver los rayos tremendos que acechaban en mi tierra. Siento como mi infancia, siempre temiendo la cuesta, de pasar sin elegancia cuando camine a mi escuela. Hoy vuelan los pensamientos, siento el perderme la escuela, Toledo tiene esos vientos de mil culturas abiertas. Ahora piso todos días en otra preciosa escuela, y sin ver tristes los días la cultura te consuela. Mayo que viene florido, este mes brotan las rosas, siendo el mes más elegido que hace las flores gozosas. Cuando recuerdo mi infancia, aquel tiempo de amapolas, mirábamos las llanuras viendo cereales con olas. El recuerdo de los padres, el calor de la familia, la sencillez entre amigas sin ver que nada se olvida. Estos días de mayo que rebosaban cariño, de vez en cuando algún rayo asustaba a muchos niños. Cuando se vive la infancia y sientes pasar la vida, quieres buscar la templanza de caminar sin heridas. Este mayo de lloviznas con sus nubes tormentosas, deja verdes las colinas siendo las tardes dichosas. El recordar es vivir, me dijeron de pequeña, todo tiene un porvenir sin ver la noche risueña. Los años nos dejan penas sin querer sufrir desmadres, la vida te da condenas que se vuelven desdeñables. Mayo nos viene gritando por diferentes caminos, este mes nos va dejando guerra con sufridos signos. Cuantas madres van llorando por las muertes de sus hijos, cuantas lagrimas rodando, suplicando compromisos. Ucrania llora sus muertos, que pueden ser buenos hijos, nadie presume de aciertos al ver negros los destinos. Madres que quieren la Paz, y no maten a sus hijos, que las batallas terminen sin tumbas ni campos fijos.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.