MALDIGO TUS OJOS VERDES (Tientos por la PAQUERA DE JEREZ)
En la soledad de mis noches sin
luna
busco los luceros de tus ojos verdes
y como una loca repito tu nombre
porque tengo miedo de tanto quererte.
Tengo que buscar la vida
con la cruz de tu traición
soy esa rama caída
que a nadie da compasión.
Mi pelo negro, mi pelo
pa que lo quiero serrano
si ya no tengo el consuelo
de la seda de tus manos
mis carnes de flor morena
de que me pueden servir
si me atormenta la pena
porque no ha de ser pa ti
y este dolor que me muerde
es una cruz de pasión,
maldigo tus ojos verdes
ay, tus ojitos verdes,
maldigo tu corazón.
No sé si viniste de tierras lejanas
no sé si eras rubio o moreno valiente
pero si me acuerdo de aquella mañana
me dejó sin ti a tus ojitos verdes
Y ahora paso por la vida
igual que una maldición
yo que tanto te quería
ya no tengo salvación.
Mi pelo negro mi pelo....
Francisca Méndez Garrido (la Paquera de Jerez) nació el 20 de mayo de 1934 en Jerez de la Frontera, en la provincia de
Cádiz, y en el famoso barrio de
San Miguel que tantos artistas ha dado al arte
flamenco.
En 1953 y en soporte de pizarra editaría su primer disco. Bulerías y tientos serían los cantes que formaban esta grabación que hoy es pieza de coleccionistas. El siguiente disco lo grabaría en 1957: Maldigo tus ojos verdes, un tango que le escribió el poeta gitano Antonio Gallardo. Estos discos sonaron mucho por la radio y le dieron cierta popularidad por toda
España. Tuvo éxito y pasó a ser definitivamente reconocida en el mundo flamenco. Entre tablaos, espectáculos y grabaciones discurriría su prolífica producción en la que compartiría cartel con los más importantes del momento.
En el año 2003, la vi en directo en
Sevilla y tuve la oportunidad de charlar un rato con ella, y fotografiarme (fue casualidad) me sorprendió enormemente su enorme humanidad y naturalidad, luego en el escenario, sencillamente un monstruo del cante; esta jerezana fue a actuar a Japón en el 2002 dos años antes su muerte por una subida de glucosa (1934-2004) no sabía
leer y rompió amargamente a llorar cuando el 1º ministro del Japón le dio un beso después de su actuación y es que, como ella misma dijo, no hace falta saber castellano para entender el flamenco, él de por si es una lenguaje propio que llega hasta el mismísimo Japón.