Es un gran aficionado a la historia, mira lo atento que escucha la narración del Paso de Dardanelos.
¡Vaya con el perrito Ruffo! Bueno, quizás como los pastores
alemanes son unos perrazos, es posible que entre los dos fumen la pipa de la paz. El pastor pensará, " este perrito no me llega ni a la cintura y no se mete" Y tu perro pensará lo mismo, con este perrazo no me meto, o parecido. Y claro, con los pequeños se mete.
Oye, pon a tu perro El Segundo Vals por André Rieu. Verás como le gusta más.