A mí, me gusta mucho hacer ganchillo, y a veces no puedo evitar que se me enrede el hilo, pues se hace un nudo, y cuanto más intento desenredarlo, más se va apretando, y solo falta que alguna vecina, de las que tienen envidia de mis
trabajos lo vea, ya le doy pie para que critique cualquier cosa que haga.
Porque ellas no hacen ni ganchillo, ni bordados, pero entienden de “tó.”
Por eso, cuando esto me pasa, ó dejo el tapete que estoy haciendo y empiezo otro diferente, para que vean que hago más cosas, o corto el hilo por el nudo, y pongo hebra nueva.
Pero sigo con mis trabajos de labor, porque me gusta hacerlo, y eso nadie me lo va a impedir.