Angel yo también estoy esperando tu história romana.
Si puedo lo inicio hoy. Para que sirva de aperitivo diré las ciudades y poblaciones grandes por donde pasamos: Milán, Verona, Venecia, Padua, Bolonia, Pisa, FLORENCIA (con mayúsculas) Siena, ROMA (con mayúsculas) Nápoles y Capri. Todas cargadas de interés cultural. Salimos de Madrid el domingo día 12 de octubre. La salida la teníamos desde Asturias en avión, pero teníamos que madrugar mucho para coger el mismo, así que fuimos en tren hasta Madrid y paramos en el piso de mi hija. El domingo rumbo a MILÁN, llegamos con 20 minutos de antelación; total, hora y tres cuartos de viaje. El aeropuerto de Milán está a unos 40 Km. de la ciudad. Nos alojaron en un hotel muy bueno, creo que se llama BASE, hotel Base. Nos dieron de comer (he de decir que en Italia, los italianos comen pasta por lo menos una vez al día) y salimos a dar una vuelta sin guía, por nuestra cuenta. Lo primero que vimos, dado que, estaba cerca del hotel fue LA ESTACIÓN DEL TREN, ¡imponente! Un edificio antiguo, pero grandioso (se cuenta que en la guerra mundial los italianos tenían miedo de que bombardearan dicha estación). Desde luego, es un gran monumento, como los hay en toda Italia. Cogimos el metro y desembocamos en la CATEDRAL DE MILÁN. ¡Chapeau! Vimos la fachada (al día siguiente vimos el interior). La catedral, espectacular, grandiosa... admite cualquier calificativo. De estilo OJIVAL (gótico). Aquí quedo. Continuará.
... Visitamos la catedral por dentro, ¡magnífica!, alta, grande con mucho mármol. Hay que decir que en Italia hay un mármol blanco de Carrara, otro rosa (creo que por la parte de Florencia) y uno más de color verde. Con estos mármoles los italianos han hecho "virguerías". Sus iglesias, basílicas y catedrales están "regidas" por el mármol, tanto en sus columnas como en esculturas, así como los suelos, donde combinando las distintas clases del mármol hacen mosaioos de verdadera creación y admiración. Salimos de la catedral y al lado hay un gran centro comercial cubierto, no apto para pequeñas carteras. Los establecimientos son de lujo y de firmas comerciales de primer orden. ¡Ojo con el metro! Hay mucho ratero, a mí me intentaron robar, me di cuenta y agarré al ladrón, todo ello dentro del metro; como no quería líos, solté al ladrón, eran dos, uno se ponía delante y el otro te metía la mano en la mariconera -no la uso, pero en estos viajes es necesaria para meter el móvil, las gafas, las llaves de casa, la agenda-,... y cualquier otra cosa.
... Continuará.
... Continuará.