Patxi y sus acusaciones a Pedro
Hoy en El Diario Vasco de San Sebastián se publica un artículo del portavoz de Patxi López en Gipuzkoa (E. Andueza) que llama poderosamente la atención por su agresividad.
Utilizando el discurso de Patxi López para atribuirle el papel de adalid de la unidad, su portavoz en Gipuzkoa se dedica a sembrar torpes descalificaciones personales contra Pedro Sánchez que hacen que un artículo de encargo se convierta en un ejercicio de provocación contrario a la búsqueda de la unidad.
Se dejan caer acusaciones de manera cobarde, al no citar pero si enmarcar al destinatario; acusaciones como vanidad personal, deseo de venganza o liderazgo mesiánico. Ello supone un juego peligroso y absolutamente contradictorio por parte de quienes dicen priorizar la unidad por encima de todo. Hablan del choque de trenes que provocan los demás y de lo perverso que es Pedro, adornando toda esa letanía unitaria con insidias personales
Algún día tendrá que explicar Patxi López los motivos de su actitud, en especial cuando se refiere a “la búsqueda de venganza”, algo que vengo oyendo repetidamente de boca de sus portavoces en Euskadi. La aclaración sería de gran interés por parte de quien ahora quiere dar la impresión de haber sido ajeno a las confrontaciones y diferencias entre las cúpulas del PSOE, cuando estuvo muy unido a Pedro Sánchez como miembro de su equipo en los episodios políticos de 2015 y 2016, hasta el punto de que fue Presidente del Congreso y tuvo a personas de su confianza en el proceso negociador con Ciudadanos y Podemos.
Pero la coherencia la perdió al votar abstención en la investidura de Rajoy. Lo que vino después, su distanciamiento, es otra historia. También se pierde la credibilidad cuando, de una parte, se insiste en la condición de pacificador y de campeón de la unidad del PSOE y de otra se incurre en graves descalificaciones a otro candidato y amigo. Sin embargo, este artículo y el discurso de la candidatura de Patxi pasa, nuevamente, de puntillas sobre las causas de la actual situación de crisis en el PSOE y de los excesos de una Gestora que es 100% de todo menos neutral.
Me preocupa y me parece un juego desleal que, repetidamente, los portavoces de Patxi caigan en la acusación de que Pedro Sánchez busca la venganza con su candidatura. Y llama la atención que se afee, en el citado artículo de Andueza, “una crispación en la militancia que pone en evidencia una carencia de cultura de partido”. Tome buena nota la militancia de semejante reproche y pregúntese si la cultura de partido suponía quedarse en casa, de modo pasivo, en vez de responder con gestos de rebeldía a la conspiración vivida en los nefastos Comités Federales de octubre.
Tanta palabrería hueca, esa forma de hablar de una militancia que sufrió durante el pasado año las deslealtades de notables del PSOE y ahora en las Primarias sus maniobras, solo lleva a provocar precisamente más crispación entre las bases socialistas y a propiciar un choque de trenes que Patxi dice querer evitar. Es como si un pretendido bombero tratara de apagar un incendio echando gasolina.
Hoy en El Diario Vasco de San Sebastián se publica un artículo del portavoz de Patxi López en Gipuzkoa (E. Andueza) que llama poderosamente la atención por su agresividad.
Utilizando el discurso de Patxi López para atribuirle el papel de adalid de la unidad, su portavoz en Gipuzkoa se dedica a sembrar torpes descalificaciones personales contra Pedro Sánchez que hacen que un artículo de encargo se convierta en un ejercicio de provocación contrario a la búsqueda de la unidad.
Se dejan caer acusaciones de manera cobarde, al no citar pero si enmarcar al destinatario; acusaciones como vanidad personal, deseo de venganza o liderazgo mesiánico. Ello supone un juego peligroso y absolutamente contradictorio por parte de quienes dicen priorizar la unidad por encima de todo. Hablan del choque de trenes que provocan los demás y de lo perverso que es Pedro, adornando toda esa letanía unitaria con insidias personales
Algún día tendrá que explicar Patxi López los motivos de su actitud, en especial cuando se refiere a “la búsqueda de venganza”, algo que vengo oyendo repetidamente de boca de sus portavoces en Euskadi. La aclaración sería de gran interés por parte de quien ahora quiere dar la impresión de haber sido ajeno a las confrontaciones y diferencias entre las cúpulas del PSOE, cuando estuvo muy unido a Pedro Sánchez como miembro de su equipo en los episodios políticos de 2015 y 2016, hasta el punto de que fue Presidente del Congreso y tuvo a personas de su confianza en el proceso negociador con Ciudadanos y Podemos.
Pero la coherencia la perdió al votar abstención en la investidura de Rajoy. Lo que vino después, su distanciamiento, es otra historia. También se pierde la credibilidad cuando, de una parte, se insiste en la condición de pacificador y de campeón de la unidad del PSOE y de otra se incurre en graves descalificaciones a otro candidato y amigo. Sin embargo, este artículo y el discurso de la candidatura de Patxi pasa, nuevamente, de puntillas sobre las causas de la actual situación de crisis en el PSOE y de los excesos de una Gestora que es 100% de todo menos neutral.
Me preocupa y me parece un juego desleal que, repetidamente, los portavoces de Patxi caigan en la acusación de que Pedro Sánchez busca la venganza con su candidatura. Y llama la atención que se afee, en el citado artículo de Andueza, “una crispación en la militancia que pone en evidencia una carencia de cultura de partido”. Tome buena nota la militancia de semejante reproche y pregúntese si la cultura de partido suponía quedarse en casa, de modo pasivo, en vez de responder con gestos de rebeldía a la conspiración vivida en los nefastos Comités Federales de octubre.
Tanta palabrería hueca, esa forma de hablar de una militancia que sufrió durante el pasado año las deslealtades de notables del PSOE y ahora en las Primarias sus maniobras, solo lleva a provocar precisamente más crispación entre las bases socialistas y a propiciar un choque de trenes que Patxi dice querer evitar. Es como si un pretendido bombero tratara de apagar un incendio echando gasolina.