La Ley de Dependencia tan denostada y aparcada por...

LAS LAGUNAS DE LA MEMORIA
Es curioso al ver como mi madre recuerda el pasado, de hace muchos años, quizá más de ochenta, y no recuerda el momento actual, me habla de su trabajo segando con mi padre, y de los muchos sudores de aquellos calores de La Mancha, todo parece para ella como si hubiera sido ayer, el reloj de la vida se ha detenido, en los recuerdos de su juventud, me causa muchísima pena, cuando me repite ciertas historias, que hace muchos años ella vivió. Sin embargo me pongo delante de ella, y la pregunto, ¿Madre Quien soy yo?, y se queda completamente en blanco, sin saber cómo me llano. Me dice eres una hija, y con esa respuesta se queda como pensando, sin llegar a decirme mi verdadero nombre, por mucho que le repito mi nombre no se le queda, es como si los últimos años para ella no existieran, esto ha pasado en los últimos siete meses, después de su rotura de cadera, de la que en el Hospital Ramón y Cajal, la pudieron sacar adelante, pero se ve que aquellos días, su memoria de no saber dónde se encontraba, la debieron causar mucho trastorno, y su mente con el paso de estos meses, se ha debido de deteriorar, llegando al momento actual, con la memoria de su juventud bien, sin embargo los nombres de sus hijas y nietos, no los tiene del todo olvidados, lo que no sabe o se le olvido a quien pertenece cada nombre. Aunque tratamos de que los pueda reconocer, es dificilísimo el que pueda recuperarlos, ya que diariamente la tratamos de ayudar, al nombrarlos con sus fotos, pero da lo mismo, la memoria se ve que sufre lagunas, con el paso del tiempo. Realmente es una pena, ya que siempre fue una mujer muy activa, trabajando muchísimo, y no parando en casa más que lo necesario, y ahora tiene miedo el salir a la calle, aunque la sacamos en silla de ruedas, para que la de un poco el aire, pero se agarra a mi mano, con toda su fuerza, y enseguida pide volver a casa. Yo presiento que me puede pasar lo mismo que a mi madre, que al llegar a cierta edad, no sea capaz de relacionar a mis familiares, y el miedo a salir de casa se apodere de mi mente. Realmente se vive muchos más años, pero la calidad de vida, no es la que uno quisiera tener, al ver a tus mayores, en estos perdidos pasos. Pienso que nadie está libre de poder pasar por parecidas circunstancias, lo malo de esto es que cuando una es mayor, y los tienes en casa, tu fuerza no es la misma, para poder mover su cuerpo, viéndote un poco desbordada, y a veces sin saber que medios tomar. Al ver a tu madre tan indefensa e insegura, y a mí misma faltándome fuerza.
Rosario Fajardo Blanco.

La Ley de Dependencia tan denostada y aparcada por algunos, ayudaría a los familiares a poder llevar esa carga física y síquica que rompe esquemas en las familias.