Luis del Val
"Hay bastante bisutería en el panorama político, como la tontería contemporánea de Palma de Mallorca en su cambio de calles; otra mentira más de Ábalos -el ministro de las visitas nocturnas a Barajas- sobre los 53 millones regalados a la compañía aérea de un solo avión, cuyo abogado es Baltasar Garzón, el amigo de la Fiscal General del Estado; escándalo que va a llegar a la Unión Europea; o la novedad de que las ministras ya van a los programas televisivos de alcobas, cuernos y variedades, para defender a Rociito, que es el primer deber de una ministra, como todo el mundo sabe. Pero lo que no es bisutería, sino joyería de lujo, es la preparación del próximo golpe de Estado en Cataluña, ante la mirada benevolente del Gobierno. Primero, el desarme material y psicológico de los mozos de escuadra, que va a ser la policía más frágil de la Unión Europea y que, ante un altercado secesionista, deberá elegir entre dejarse herir, dejarse matar o exponerse a un expediente disciplinario, si levanta la porra.
Y, segundo, el desmontaje del Tribunal Constitucional, porqueel PSOE va a apoyar una propuesta Secesionistapara que las sentencias del Tribunal Constitucional que condenen a un cargo político por su acción no conlleven la destitución del cargo. Es algo así como si la Dirección General de Tráfico, reglamentara que las multas se seguirán poniendo, pero ni se pagarán, ni quitarán puntos. Para que nos entendamos: van a perpetrar otro golpe de Estado, pero como será folklórico, porque resulta imposible, pretenden que no haya multas, ni cárcel, que salga gratis, porque ya tienen experiencia de que la prisión, por muchas comodidades que se concedan, no es grata, y rascarse el bolsillo es muy molesto a pesar de las cajas de resistencia.
"Hay bastante bisutería en el panorama político, como la tontería contemporánea de Palma de Mallorca en su cambio de calles; otra mentira más de Ábalos -el ministro de las visitas nocturnas a Barajas- sobre los 53 millones regalados a la compañía aérea de un solo avión, cuyo abogado es Baltasar Garzón, el amigo de la Fiscal General del Estado; escándalo que va a llegar a la Unión Europea; o la novedad de que las ministras ya van a los programas televisivos de alcobas, cuernos y variedades, para defender a Rociito, que es el primer deber de una ministra, como todo el mundo sabe. Pero lo que no es bisutería, sino joyería de lujo, es la preparación del próximo golpe de Estado en Cataluña, ante la mirada benevolente del Gobierno. Primero, el desarme material y psicológico de los mozos de escuadra, que va a ser la policía más frágil de la Unión Europea y que, ante un altercado secesionista, deberá elegir entre dejarse herir, dejarse matar o exponerse a un expediente disciplinario, si levanta la porra.
Y, segundo, el desmontaje del Tribunal Constitucional, porqueel PSOE va a apoyar una propuesta Secesionistapara que las sentencias del Tribunal Constitucional que condenen a un cargo político por su acción no conlleven la destitución del cargo. Es algo así como si la Dirección General de Tráfico, reglamentara que las multas se seguirán poniendo, pero ni se pagarán, ni quitarán puntos. Para que nos entendamos: van a perpetrar otro golpe de Estado, pero como será folklórico, porque resulta imposible, pretenden que no haya multas, ni cárcel, que salga gratis, porque ya tienen experiencia de que la prisión, por muchas comodidades que se concedan, no es grata, y rascarse el bolsillo es muy molesto a pesar de las cajas de resistencia.
Lease que es un golpe de Estado y deje de manosearlo tanto. Como en casi todo últimamente lo que dicen que haran otros es el deseo inconfesable de algunos.