Ciudadana te puedo contar que me he criado en una familia socialista, en una casa donde se hacían reuniones clandestinas cotra Franco, que he cocido a Felipe y a Guerra cuando en la camocha (ASTURIAS) Iván a tratar con los mineros sus huelgas, e sido apaleada por los grises en muchas ocasiones, tengo muchos amigos socialistas, y esto es lo que me hace políticamente no creo en ellos. El poder corrompe ¡y a quien nunca a tenido nada mas! Lo que esta gente a hecho no es socialismo, casi ninguno ha vuelto a sus raíces, vacaciones de ricos, algunos de ellos viven en zonas de millonarios ¿se puede creer en gente así? He mamado mucho socialismo pero no de este tipo. Saludos
Os oigo comentar de escuelas de izquierdas y de derechas. Os voy a contar mi experiencia de las escuelas que me tocaron a mi en suerte.
Primero:
En un pueblo de izquierdas como es el mío, y sigue siéndolo hoy día, a mis padres y a mis abuelos nos hacían la vida imposible. Mi padre, hijo de padre de izquierdas, que no le pudo disfrutar porque la guerra se lo arrebató.
Segundo:
Nos fuimos a un pueblo de derechas donde recibí la mejor educación del mundo mundial. Ciruelos del Pinar y Maranchón en escuelas públicas y nacionales. Y allí no se hablaba ni de derechas ni de izquierdas, sino que todos éramos una misma familia. Y los colores, para las flores; y aprender, las reglas del juego, de todos los juegos posibles que aún guardo en mi memoria. Fueron pueblos ejemplares sin duda. Si había problemas entre los padres, no nos los trasmitían a los hijos. Y los había que recuerdo dos niñas cuyos padres no se llevaban bien y ellas decían que allá sus padres que ellas eran amigas.
Mientras tanto conocía Madrid en los inviernos en barrios de obreros y qué chapuza de escuela. Un horror. Así que estaba deseando volver a mis pueblos de acogida y continuar allí aprendiendo.
Tercero:
Del pueblo definitivamente me despedí y fui a un colegio Nacional, ya en toda regla. "Colegio Público García Morente" y allí había una profesora de izquierdas que nos enseñaba de forma similar a como se aprendía en los pueblos míos. Pero también nos enseñaba por su forma suya particular la democracia en el aula. Con delegada de curso (nunca yo lo fui) y una asamblea general donde discutíamos cada tema que pasase en clase durante la semana. Una gozada de profesora, que además era muy crítica con los suyos, y nos alertaba del problema de la corrupción que suele existir entre los de izquierdas. Tomaba como base (porque esto sucedió antes de la democracia en España y esta profesora era criticada en el colegio pero ella enseñaba a su manera como funcionaria que era y que tenía un sentido particular de enseñar) tomaba como base como decía a los revolucionarios de América del Sur y la regla no variaba nunca. Primero protestaban contra las dictaduras y luego ellos eran mas dictadores que aquellos contra los que se sublevaban. Y el comunismo tiene eso, que al final vuelve a haber clases sociales. Los dirigentes copan el poder y lo transmiten entre sus familiares, hijos, etc. Y son corruptos a tope. Y ella nos lo enseñaba porque ella era crítica y lo había estudiado, vivido, visto y analizado.
Primero:
En un pueblo de izquierdas como es el mío, y sigue siéndolo hoy día, a mis padres y a mis abuelos nos hacían la vida imposible. Mi padre, hijo de padre de izquierdas, que no le pudo disfrutar porque la guerra se lo arrebató.
Segundo:
Nos fuimos a un pueblo de derechas donde recibí la mejor educación del mundo mundial. Ciruelos del Pinar y Maranchón en escuelas públicas y nacionales. Y allí no se hablaba ni de derechas ni de izquierdas, sino que todos éramos una misma familia. Y los colores, para las flores; y aprender, las reglas del juego, de todos los juegos posibles que aún guardo en mi memoria. Fueron pueblos ejemplares sin duda. Si había problemas entre los padres, no nos los trasmitían a los hijos. Y los había que recuerdo dos niñas cuyos padres no se llevaban bien y ellas decían que allá sus padres que ellas eran amigas.
Mientras tanto conocía Madrid en los inviernos en barrios de obreros y qué chapuza de escuela. Un horror. Así que estaba deseando volver a mis pueblos de acogida y continuar allí aprendiendo.
Tercero:
Del pueblo definitivamente me despedí y fui a un colegio Nacional, ya en toda regla. "Colegio Público García Morente" y allí había una profesora de izquierdas que nos enseñaba de forma similar a como se aprendía en los pueblos míos. Pero también nos enseñaba por su forma suya particular la democracia en el aula. Con delegada de curso (nunca yo lo fui) y una asamblea general donde discutíamos cada tema que pasase en clase durante la semana. Una gozada de profesora, que además era muy crítica con los suyos, y nos alertaba del problema de la corrupción que suele existir entre los de izquierdas. Tomaba como base (porque esto sucedió antes de la democracia en España y esta profesora era criticada en el colegio pero ella enseñaba a su manera como funcionaria que era y que tenía un sentido particular de enseñar) tomaba como base como decía a los revolucionarios de América del Sur y la regla no variaba nunca. Primero protestaban contra las dictaduras y luego ellos eran mas dictadores que aquellos contra los que se sublevaban. Y el comunismo tiene eso, que al final vuelve a haber clases sociales. Los dirigentes copan el poder y lo transmiten entre sus familiares, hijos, etc. Y son corruptos a tope. Y ella nos lo enseñaba porque ella era crítica y lo había estudiado, vivido, visto y analizado.