La carta, de Luis del Val.
Ayer, miles de mujeres se manifestaban por las ciudades españolas, y, ayer, miles de mujeres ucranianas accedían a un fusil, por primera vez en sus vidas, para defender su patria. Y es que, en estos momentos, y va en aumento, en Ucrania, de cada cien civiles armados, veintitrés son mujeres. Y es que hay un nacionalismo con causa y un nacionalismo de opereta. Hay un nacionalismo auténtico, nacido de la imperiosa necesidad de defender la libertad, y un nacionalismo que se tiene que inventar la opresión para justificar su existencia. Hay un nacionalismo heroico, que despierta admiración, y un nacionalismo de juego de mesa que sólo inspira desprecio. Hay nacionalistas dispuestos a dar su vida, y hay nacionalistas, en España, dispuestos a inventarse la persecución que nunca han sufrido para defender su nómina, porque viven del nacionalismo desde hace muchos años.
Por cierto, Pedro Sánchez, que quiere pedir explicaciones al Rey Emérito, podría pedir explicaciones a los viajes que llevó a cabo el secesionismo catalán a Rusia, en los años 2019 y 2020. Podría preguntar si es cierto lo que publicó el N. Y. T. y, ayer, Victor Mondelo y Germán González, en El Mundo. Qué trapicheos se llevaban entre Alay, el jefe de la oficina del cobarde prófugo Puigdemont, y el empresario ruso y, al parecer espía, Alexander Dmitrenko. Y si es cierto, como consta en una grabación, que los autorizados por Putin les ofrecieron hacerse cargo de la deuda catalana y 10.000 soldados rusos, y que El Prófugo, según se escucha en una conversación, se cagó en las bragas. Y es que, cuando se pasa del toreo de salón a la plaza, a los cobardes se les altera el intestino. Pero que pregunte, Sánchez, por favor, por esas malvadas gestiones, por esas altas traiciones que el secesionismo catalán llevó a cabo, por esa gravísima iniquidad, intentando el amparo del psicópata que hoy tiene al mundo en vilo.
Ayer, algunas de las Olenas, Irynas y Svitlanas, que viven en Ucrania, cogieron un fusil para defender la libertad, mientras aquí los secesionistas anunciaban que van a llegar a tener 20 embajadas por el mundo. Más sueldos a pagar. Porque hay un nacionalismo que está dispuestos a dar la vida, y el pútrido secesionismo que miente y traiciona por una nómina.
Ayer, miles de mujeres se manifestaban por las ciudades españolas, y, ayer, miles de mujeres ucranianas accedían a un fusil, por primera vez en sus vidas, para defender su patria. Y es que, en estos momentos, y va en aumento, en Ucrania, de cada cien civiles armados, veintitrés son mujeres. Y es que hay un nacionalismo con causa y un nacionalismo de opereta. Hay un nacionalismo auténtico, nacido de la imperiosa necesidad de defender la libertad, y un nacionalismo que se tiene que inventar la opresión para justificar su existencia. Hay un nacionalismo heroico, que despierta admiración, y un nacionalismo de juego de mesa que sólo inspira desprecio. Hay nacionalistas dispuestos a dar su vida, y hay nacionalistas, en España, dispuestos a inventarse la persecución que nunca han sufrido para defender su nómina, porque viven del nacionalismo desde hace muchos años.
Por cierto, Pedro Sánchez, que quiere pedir explicaciones al Rey Emérito, podría pedir explicaciones a los viajes que llevó a cabo el secesionismo catalán a Rusia, en los años 2019 y 2020. Podría preguntar si es cierto lo que publicó el N. Y. T. y, ayer, Victor Mondelo y Germán González, en El Mundo. Qué trapicheos se llevaban entre Alay, el jefe de la oficina del cobarde prófugo Puigdemont, y el empresario ruso y, al parecer espía, Alexander Dmitrenko. Y si es cierto, como consta en una grabación, que los autorizados por Putin les ofrecieron hacerse cargo de la deuda catalana y 10.000 soldados rusos, y que El Prófugo, según se escucha en una conversación, se cagó en las bragas. Y es que, cuando se pasa del toreo de salón a la plaza, a los cobardes se les altera el intestino. Pero que pregunte, Sánchez, por favor, por esas malvadas gestiones, por esas altas traiciones que el secesionismo catalán llevó a cabo, por esa gravísima iniquidad, intentando el amparo del psicópata que hoy tiene al mundo en vilo.
Ayer, algunas de las Olenas, Irynas y Svitlanas, que viven en Ucrania, cogieron un fusil para defender la libertad, mientras aquí los secesionistas anunciaban que van a llegar a tener 20 embajadas por el mundo. Más sueldos a pagar. Porque hay un nacionalismo que está dispuestos a dar la vida, y el pútrido secesionismo que miente y traiciona por una nómina.