Señor El madrileño; quedo extrañada del comienzo de...

Señor El madrileño; quedo extrañada del comienzo de su escrito; cuando podemos ver que todos sus escritos se basan en cuestiones históricas, en este nos comunica que esa época de la historia no le gusta recordarla!

Un pedazo de la historia de España que causó tanto estragosen la sociedad española, que estuvo vigente durante cuarenta duros años, que en los años siguientes se tuvo que andar con pies de plomo, y cuyos coletazos ppolíticos– como los sutnami- ccontinúanaun en nuestros ddías y al parecer, usted no desea recordarla. ¡Pero eso señor El madrileño, es una pagina, ¡y que pagina!, de la historia de nuestro país!

Pero también me digo que es posible que no la quiera recordar, como hacen y dicen tantos otros, que desean que se quede enterrada en el olvido, y que la versión que se “inculcó a fuerza de machacar y machacar” sea valedera por los siglos de los siglos, algo así como lo que deseó el insigne dictador cuando se inspiró para la edificación del monstruoso Valle de los caídos!

Dice que “el pueblo español fue el responsable por que se dejó embaucar”. En ningún caso podemos estar de acuerdo en darle la razón, nadie de los que vivieron aquellos tiempos! Los que iniciaron la guerra, la famosa “Cruzada” por ambiciones personales e intereses particulares, no embaucaron a nadie, nada de eso, señor El madrileño, la orden era el “ORDENO Y MANDO” y al que no obedecía ya sabia lo que le esperaba
En el otro lado, los otros, el gobierno de la nación, la República, que le tocó defenderse de los rebeldes, que así hay que llamarles, y no como así llamaban a los que defendían el gobierno legítimo y condenaban a muerte por esta calificativo de “rebelde”. En este lado, señor El madrileño, ni supieron, ni pudieron imponer sus convicciones por la fuerza, y ese fue uno de los puntos débiles que en parte fue causa de la derrota!

Mi padre tuvo su puesto en Madrid, desde el famoso 18/7/36 hasta abril del 38que fue destinado a Aragón;

En Madrid, y debe de saberlo, muchísimos de los que luchaban en los frentes, volvían por las noches a sus casa o las de amigos para dormir tranquilamente, y hacían caso omiso, en nombre de la libertad, de las ordenes que recibían. La discordias entre unos y otros, sobre todo entre anarquistas y comunistas fueron continuas.!
Los comunistas sabían, y yo creo, al margen de que no he sido comunista, que tenían toda la razón, que sin una armonía entre las diferente ideas y una lucha de unión bajo un solo mando, la guerra se perdía!. Los anarquistas no aceptaban, y fue un gran error!. En los rebeldes africanistas no se admitía protestas ni de unos ni de otros, y al bando falangista le llegó el momento en que pudieron darse cuenta, y tuvieron que “pasar por el aro”.

Fue tarde ya cuando se acordaron y se pusieron bajo un mando único, y en parte se adaptaron a unas reglas militares, a las que todos eran reacios, y a las que no todos se adaptaron! ¡Y fue muy tarde!

Tengo notas escritas de mi padre recuperadas en esto años de búsqueda, y de ahí entresaco algo de esto.

Menciona en su escrito:
que con su intervención material (Alemania, Italia y las Brigadas Internacionales)

Olvida usted que no solo fue “intervención material” sino también humana, pero parece que olvida, y me pregunto los motivos, los voluntarios norteafricanos, (que esos si que fueron embaucados), que fueron unos 70 000 reclutados y autorizados a violar y a robar en los pueblos en donde entraban, y esto fue causa de terror en los pueblos que eran ocupados por ellos. Y sabe muy bien que Queipo de Llano no se oculto de propagarlo a los cuatro vientos!. En cambio, las Brigadas internacionales fueron voluntarios aislados o pequeños grupos que vinieron de todas partes del mundo!.

En fin señor El madrileño, su escrito me dio tema para responder al mismo!;

Perdone mi intromisión en sus escritos que a lo mejor he mal interpretado!.

Saludos cordiales