MIS REFLEXIONES DE HOY: ¿FUERA DE LA REALIDAD O NO?
LAS VACACIONES: Es increíble recordar ahora que las vacaciones se pasan volando en contraste de cuando no pasaba el tiempo en los veranos de la infancia. Aquellos veranos se hacían infinitos daba igual donde estuvieses. Cualquier sitio es perfecto para un niño, el mundo le parece bien como está.
Tengo amigos que evocan con nostalgia tres meses en el pueblo de los abuelos, donde no había nada especial y simplemente les dejaban sueltos por ahí.
Llegados a adultos, todo cambia de manera brusca. Estamos esperando con ansiedad que llegue el verano para tratar de disfrutar lo máximo posible de las Vacaciones.
Unas veces por descansar y olvidarnos de las madrugadas, y otras por salir a disfrutar de otros ambientes. Y si esos ambientes son lejos, pues eso, cuanto más lejosmejor. Nos gusta a la vuelta al trabajo, comentar con nuestros compañeros ese viaje a otros países, en avión o en barco y los lugares que hemos visitado y las cosas que hemos descubierto y visto.
El verano, que suele ser la temporada casi oficial de Vacaciones, parece que nos exige aprovechar al máximo el tiempo, como si ni hubiese un mañana.
Esto nos lleva, a que al final, lo que siempre llamamos Vacaciones, resulta que ha sido el periodo de más estrés de todo el año. Añadido al coste adicional que le dedicamos, y a la falta de contacto con amigos, compañeros y familiares.
De esta forma, las Vacaciones se convierten en una carrera con un ritmo más acelerado que el resto del año. Pero eso no importa, lo que parece importarnos más, es olvidarnos del trabajo diario, de la rutina diaria. Pero en realidad, las Vacaciones son un cansancio más agudo que el del resto del año. Eso sí, el trabajo es una obligación, y las Vacaciones es una opción más llevadera y más esperada y ansiada.
Paco
LAS VACACIONES: Es increíble recordar ahora que las vacaciones se pasan volando en contraste de cuando no pasaba el tiempo en los veranos de la infancia. Aquellos veranos se hacían infinitos daba igual donde estuvieses. Cualquier sitio es perfecto para un niño, el mundo le parece bien como está.
Tengo amigos que evocan con nostalgia tres meses en el pueblo de los abuelos, donde no había nada especial y simplemente les dejaban sueltos por ahí.
Llegados a adultos, todo cambia de manera brusca. Estamos esperando con ansiedad que llegue el verano para tratar de disfrutar lo máximo posible de las Vacaciones.
Unas veces por descansar y olvidarnos de las madrugadas, y otras por salir a disfrutar de otros ambientes. Y si esos ambientes son lejos, pues eso, cuanto más lejosmejor. Nos gusta a la vuelta al trabajo, comentar con nuestros compañeros ese viaje a otros países, en avión o en barco y los lugares que hemos visitado y las cosas que hemos descubierto y visto.
El verano, que suele ser la temporada casi oficial de Vacaciones, parece que nos exige aprovechar al máximo el tiempo, como si ni hubiese un mañana.
Esto nos lleva, a que al final, lo que siempre llamamos Vacaciones, resulta que ha sido el periodo de más estrés de todo el año. Añadido al coste adicional que le dedicamos, y a la falta de contacto con amigos, compañeros y familiares.
De esta forma, las Vacaciones se convierten en una carrera con un ritmo más acelerado que el resto del año. Pero eso no importa, lo que parece importarnos más, es olvidarnos del trabajo diario, de la rutina diaria. Pero en realidad, las Vacaciones son un cansancio más agudo que el del resto del año. Eso sí, el trabajo es una obligación, y las Vacaciones es una opción más llevadera y más esperada y ansiada.
Paco