Me ha impactado algo que he leído ahora mismo y que veo que es verdad y se está metiendo con fuerza entre nosotras.
Lo jóvenes no conocen ese sentimiento, pero los mayores sí, es el ir teniendo sensaciones, aquellas sensaciones que te daba cuando, con diez años y en adelante te entraba cuando en el cole al entrar, en cada recreo o al salir te hacían
cantar el cara al sol.
O cuando para cualquier asunto tus padres tenían que rogar y suplica a los “señoritos del pueblo” para parir un hijo en la casa
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