Almería no olvida a sus mártires, el martes 30 agosto 2011, con motivo del 75 aniversario del martirio, en la persecución religiosa de 1936-1939.
Son muchas las celebraciones de mártires españoles se hacen en estas fechas, pues este año se cumplen 75 años de los trágicos sucesos del verano de 1936.
En los primeros meses tras el comienzo de la guerra, el 18 de julio, hasta que se establecieron los frentes de guerra, se produjeron muchos desmanes y asesinatos en masa, en especial contra todo lo que representara autoridad constituida: políticos de oposición, personajes destacados que no comulgaban con sus ideas y, sobre todo, sacerdotes y religiosos.
Tan sólo por ser católicos fueron miles los españoles, hubo algunos extranjeros católicos, que perdieron la vida por profesar su fe.
Fueron asesinados trece obispos, más de cuatro mil sacerdotes seculares, más de dos mil religiosos varones, 283 religiosas, algunas de ellas previa violación. Se desconoce la cifra exacta de laicos que dieron la vida a causa de su fe, algunos casi niños.
Hay que hacer constar que no se registró ni una sola apostasía entre los católicos martirizados, a pesar de que la tortura física y los tormentos, en algunos casos salvajes, estuvieron presentes en buena parte de estos hechos.
Se quemaron total o parcialmente al menos 800 iglesias en Valencia; en Oviedo, 354; en Tortosa: 48; en Santander: 42; en Barcelona: 40; en Madrid: 30. Sin contar las que lo fueron en el resto del país.
Al poco del alzamiento militar del 17-18 de julio, el Frente Popular en la provincia de Almería, coalición de izquierdas que había ganado las elecciones legislativas de 1936, dio orden de arrestar a todos los calificados como “enemigos de la revolución”, en particular los sacerdotes y los religiosos.
Cinco hermanos de La Salle fueron detenidos en su escuela, y otros dos en la calle. Fueron encarcelados junto a muchos otros en prisiones improvisadas, donde fueron sometidos a privaciones, malos tratos y burlas.
La noche del 29 de agosto, dos obispos, el de Guadix y el de Almería, y otras 15 personas fueron llevadas a un lugar aislado, donde los pusieron en fila y los fusilaron.
La noche siguiente, 30 de agosto, los hermanos Edmigio, Amalio y Valerio fueron llevados a los alrededores de Tabernas donde fueron asesinados de un balazo en la cabeza y sus cuerpos arrojados a un pozo profundo.
El 8 de septiembre, los hermanos Evencio y Teodomiro fueron fusilados cerca de la carretera y sus cuerpos quedaron abandonados allí.
Los hermanos Aurelio y José corrieron la misma suerte el 12 de septiembre; sus cuerpos fueron también echados a un pozo. Los obispos y los hermanos fueron condenados a muerte sin juicio, por el crimen de haber profesado y enseñado la fe católica.
Almería conmemora, además de numerosas personas sobre todo laicos; a los hermanos de La Salle, beatos José Cecilio Rodríguez, Amalio Zariquiegui, Valerio Bernardo Herrero, Edmigio Primo, Evencio Ricardo Alonso, Aurelio María Villalón y Teodomiro Joaquín Sáiz. Junto a otros mártires, entre ellos el sacerdote san Pedro Poveda y la beata Victoria Díez, maestra de 32 años, de la Institución Teresiana.
Son muchas las celebraciones de mártires españoles se hacen en estas fechas, pues este año se cumplen 75 años de los trágicos sucesos del verano de 1936.
En los primeros meses tras el comienzo de la guerra, el 18 de julio, hasta que se establecieron los frentes de guerra, se produjeron muchos desmanes y asesinatos en masa, en especial contra todo lo que representara autoridad constituida: políticos de oposición, personajes destacados que no comulgaban con sus ideas y, sobre todo, sacerdotes y religiosos.
Tan sólo por ser católicos fueron miles los españoles, hubo algunos extranjeros católicos, que perdieron la vida por profesar su fe.
Fueron asesinados trece obispos, más de cuatro mil sacerdotes seculares, más de dos mil religiosos varones, 283 religiosas, algunas de ellas previa violación. Se desconoce la cifra exacta de laicos que dieron la vida a causa de su fe, algunos casi niños.
Hay que hacer constar que no se registró ni una sola apostasía entre los católicos martirizados, a pesar de que la tortura física y los tormentos, en algunos casos salvajes, estuvieron presentes en buena parte de estos hechos.
Se quemaron total o parcialmente al menos 800 iglesias en Valencia; en Oviedo, 354; en Tortosa: 48; en Santander: 42; en Barcelona: 40; en Madrid: 30. Sin contar las que lo fueron en el resto del país.
Al poco del alzamiento militar del 17-18 de julio, el Frente Popular en la provincia de Almería, coalición de izquierdas que había ganado las elecciones legislativas de 1936, dio orden de arrestar a todos los calificados como “enemigos de la revolución”, en particular los sacerdotes y los religiosos.
Cinco hermanos de La Salle fueron detenidos en su escuela, y otros dos en la calle. Fueron encarcelados junto a muchos otros en prisiones improvisadas, donde fueron sometidos a privaciones, malos tratos y burlas.
La noche del 29 de agosto, dos obispos, el de Guadix y el de Almería, y otras 15 personas fueron llevadas a un lugar aislado, donde los pusieron en fila y los fusilaron.
La noche siguiente, 30 de agosto, los hermanos Edmigio, Amalio y Valerio fueron llevados a los alrededores de Tabernas donde fueron asesinados de un balazo en la cabeza y sus cuerpos arrojados a un pozo profundo.
El 8 de septiembre, los hermanos Evencio y Teodomiro fueron fusilados cerca de la carretera y sus cuerpos quedaron abandonados allí.
Los hermanos Aurelio y José corrieron la misma suerte el 12 de septiembre; sus cuerpos fueron también echados a un pozo. Los obispos y los hermanos fueron condenados a muerte sin juicio, por el crimen de haber profesado y enseñado la fe católica.
Almería conmemora, además de numerosas personas sobre todo laicos; a los hermanos de La Salle, beatos José Cecilio Rodríguez, Amalio Zariquiegui, Valerio Bernardo Herrero, Edmigio Primo, Evencio Ricardo Alonso, Aurelio María Villalón y Teodomiro Joaquín Sáiz. Junto a otros mártires, entre ellos el sacerdote san Pedro Poveda y la beata Victoria Díez, maestra de 32 años, de la Institución Teresiana.