Hola, amigos. Así es, Ferisa, la mala yerba nunca muere. Por eso hay que seguir luchando allí donde se dan ahora las batallas: en los medios de comunicación y en las distintas expresiones de la cultura. Jamás se debería repetir la sumisión y cuasiidolatría hacia una figura que encarnó el autoritarismo, la mentalidad política, económica y social más cerril que España haya tenido que soportar. Los que gobiernan siempre son los mismos y hacen las mismas cosas: llenarse los bolsillos y enriquecer a los suyos y a los de su cuerda. Pero por lo menos existe un lugar, el Parlamento, donde se pueden decir las cosas, señalar a los culpables y expresar con qué no se está de acuerdo. Luego, harán lo que les dé la gana, pero poco a poco irá creciendo el respeto a los derechos humanos y a un concepto más auténtico de justicia. El progreso es lento, pero real, creo yo. Vamos despacio, pero avanzamos. Lo que no se puede es retroceder a las épocas del oscurantismo más mohoso, ratonil y cochambroso, que fue el que predominó durante la dictadura franquista.
También en lo religioso avanzamos, aunque muy despacio. Veo unos blogs en internet con sacerdotes maravillosos, por su doctrina, ejemplaridad y responsabilidad hacia la gente. Sacerdotes como Jesús López Sáez, José Antonio Pagola, José María Castillo, Alemán, Pedro Miguel Lamet, González Faus, Juan Masiá; teólogos de la categoría de Andrés Torres Queiruga, Juan José Tamayo, etc., son una esperanza para un cristinismo que vuelva al Evangelio, dé ejemplo de pobreza y humildad y renuncie a tanto boato, pompa, poder y dinero como representa el Vaticano. Los que mandan en la vida religiosa española, lamentablemente recuerdan más el nacionalcatolicismo que el cristianismo evangélico. Pero también ellos se irán convirtiendo poco a poco. Cordial saludo. FRANCISCO TOSTÓN DE LA CALLE
También en lo religioso avanzamos, aunque muy despacio. Veo unos blogs en internet con sacerdotes maravillosos, por su doctrina, ejemplaridad y responsabilidad hacia la gente. Sacerdotes como Jesús López Sáez, José Antonio Pagola, José María Castillo, Alemán, Pedro Miguel Lamet, González Faus, Juan Masiá; teólogos de la categoría de Andrés Torres Queiruga, Juan José Tamayo, etc., son una esperanza para un cristinismo que vuelva al Evangelio, dé ejemplo de pobreza y humildad y renuncie a tanto boato, pompa, poder y dinero como representa el Vaticano. Los que mandan en la vida religiosa española, lamentablemente recuerdan más el nacionalcatolicismo que el cristianismo evangélico. Pero también ellos se irán convirtiendo poco a poco. Cordial saludo. FRANCISCO TOSTÓN DE LA CALLE