Pues sí, señor Trinidad. Ni me han encerrado ni me han encarcelado y ando suelto por la vida. El encierro y la prisión son para la época de su amado y admirado FRANCISCO FRANCO, a quien Dios tenga en su gloria. Hoy somos un poco menos obtusos, cavernícolas y reaccionarios y permitimos que la gente hable, se exprese y proteste si es el caso y hay cosas que no le convencen. Ya superamos la época del oscurantismo franquista, que bajo la capa del anticomunismmo y el nacionalcatolicismo, cometió los asesinatos, atropellos e injusticias más denigrantes que recuerda la historia de nuestra España contemporánea. Cordial saludo