Hola, amigos. Por lo que veo y contrario a lo que dice...

Hola, amigos. Por lo que veo y contrario a lo que dice uno de los blogueros, todavía no hemos superado las divisiones creadas por nuestra guerra "incivil". ¡Ojalá fuera así de fácil! Ahí vamos, poco a poco. Lo que importa en la actualidad, me parece, es dejar a un lado los insultos y los odios, las descalificaciones del adversario y escuchar con algo de calma los argumentos que dé nuestro interlocutor, que no necesariamente nuestro enemigo. Eso sí creo que es democracia. Como a veces los españoles estamos muy implicados en la discusión y nos toca demasiado de cerca nuestra fibras más íntimas, no es fácil conservar la serenidad y la cordura. Por eso, es bueno escuchar también a personas no implicadas en el problema y que lo han estudiado con detenimiento y responsabilidad. Recomiendo la lectura de Gabriel Jackson, Paul Preston, Gerarld Brennan y otros muchos; y como españoles a los señores De La Cierva, Enrique Moradiellos, Ángel Viñas, Javier Tusell, Santos Juliá y otros. Me parece que hay un punto que, al menos par mí, está bastante claro: no se trata de decir quién hizo más barbaridades durante la guerra. En gracia de evitar una discusión interminable e imposible de zanjar, demos que en ambos bandos se cometieron parejas bestialidades. La cuestión es: ¿quién inició la guerra? Y en esto, estoy completamente de acuerdo con JULIÁN MARÍAS. La guerra no era inevitable y el haberla provocado fue el gran error que nunca lamentaremos bastante. Yo por lo menos. Y por si fuera poco, 40 años de una dictadura que únicamente consolidó las estructuras de subdesarrollo, atraso cultural y político, retraso científico y alienación política de la población. Mientras Alemania, Francia, Inglaterra e Italis se recuperaban del trauma terrible de la Segunda Guerra Mundial, nosotros nos conformábamos con ir a la Plaza de Oriente a gritar: ¡Franco, Franco, Franco!