Había de todo como en botica, había auténticos mártires y auténticos delatores que usaban el confesionario quebrantando su secreto para informar a los falangistas, lo que les hace curas indignos y cómplices de genocidio programado y sistemático (uno de mis
abuelos fue falangista y algo contó), no todos los franquistas (Jamás les daré el titulo de nacional a unos golpistas) fueron unos criminales, ni los que luchaban en el lado correcto (
España y su república) fueron todos unos santos.
Lo que si
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