Hola, amigos. La "Sanjurjada" fue un fracaso estrepitoso en su momento, pero sirvió a más de un general para corregir las cosas que se habían hecho mal y mejorarlas para la siguiente intentona. Al mismo tiempo, echó leña al fuego de aquella mentalidad levantisca que no era capaz de aportar nada a la República que con tanto fervor se había proclamado, sino que desde ese momento comenzaron sus calenturientos cerebros a maquinar la manera de destruirla. Franco estuvo muy de buneas. Casi a las primeras de cambio, se accidentaron primero Sanjurjo y poco después, Mola. De ese modo, le quedó el campo libre. Solo Queipo se burlaba de "Paca la Culona", pero Franco lo mandó a Roma (es decir, a tomar por...) y ya no volvió a molestar. El galleguito fue encontrando el camino despejado no solo para ganar la guerra sino para asentarse en el poder y no solatarlo hasta la muerte. Eso se llama astucia maquiavélica. Es la parte que hay que reconocer, mal que nos pese. Lo demás, con mi amigo PAUL PRESTON y compañía ha ido quedando suficientemente claro (al menos para mí): esos casi cuarenta años de dictadura fueron un trauma del que aún no hemos salido: incultura, subdesarrollo, represión y corrupción galopantes. (Gracias, Pepe 22, por tu comentario). Francisco Tostón de la Calle