Hola, amigos. No sé si es tan sencillo de entender o es que yo soy un poco lento de entendederas. Probablemente, esto segundo. Lo curioso es que (tal vez por aquello de mal de muchos, consuelo de tontos) tengo la impresión que otros muchos no lo han entendido o otros más no quieren entenderlo. A mí tampoco me regalaron nada, pero el ambiente de cierto privilegio en que me eduqué seguramente hizo mucho más llevadero aquel ambiente gris, oscuro, cerrado, provinciano, gazmoño y de sacristía. No es fácil desprenderse de lo que tanto influye en el carácter, las ideas y hábitos mentales y costumbres. Providencialmente, el haber saltado el charco y llevar más de medio siglo viviendo en la sabana de Bogotá, rodeado de las montañas andinas y con gente sencilla y buena, me permitió al par que sobrevivir, dedicar un buen tiempo a mis lecturas. Mi tesis sobre Ortega y Gasset, para obtener el título de filosofía, fue un gran estímulo para seguir investigando sobre nuestra España rezagada y con ansias de cambio de la Segunda República y sobre la inmensa tragedia de su fracaso y el oscurísimo tiempo de la guerra incivil y los tenebrosos años de la dictadura franquista. Ya jubilado y sin ningún tipo de compromiso político me puedo dar el lujo de decir lo que pienso y compartirlo con los demás, siempre abierto a mejores y más acertadas conclusiones. Cordial saludo.