"La historia no se borra": el Gobierno y la nobleza franquista usan el mismo argumento ante la retirada de los títulos nobiliarios (1/2)
"Los Franco seguirán llevando su apellido con orgullo, una retirada del título no cambia nada; Franco está ya en la historia, no se puede borrar", asegura la familia del dictador
"No se borra la historia, se explica", argumenta el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López
"El título nobiliario no abre puertas, no sé qué piensa Carmen Calvo que es tener un marquesado", reprocha María Luisa Yagüe, hermana del marqués de Yagüe
Coinciden los historiadores en que Franco mantuvo hasta 1945 buenas relaciones con la aristocracia. Hasta que la nobleza comprobó que no pensaba en una inmediata restauración monárquica. Desde ese momento, las "buenas relaciones" se tornaron distantes. No mejoraron las cosas la decisión del dictador de crear su propio "cuerpo de nobles" en 1948. El premio a los leales al franquismo, no todos militares, que hubiesen realizado servicios a favor de la causa, tomaron forma de condado, ducado o marquesado. Incluso Grandeza de España, el máximo honor para un noble en España.
Del conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima- Conde de Fenosa- para el financiero gallego Pedro Barrié de la Maza (en 1955), al conde De Arruga al oftalmólogo Hermenegildo Arruga (en 1950), pasando por el marquesado de Ramón y Cajal al Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. En total 37 títulos desde el 1948 a 1978, entre los que por supuesto están el duque de Primo de Rivera al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, a titulo póstumo; marqués Queipo de Llano al general Gonzalo Queipo de LLano, o el duque de Carrero Blanco y Grande de España a titulo póstumo al teniente coronel Luis Carrero Blanco.
La revisión de toda esa liturgia aristocrática llega ahora de la mano de la nueva Ley de Memoria Democrática, uno de los grandes proyectos legislativos del Gobierno de coalición. 66 artículos aprobados por el Consejo de Ministros el pasado martes, que vienen a rematar a la Ley de Memoria Histórica aprobada por otro gobierno socialista -el de José Luis Rodríguez Zapatero- en 2007.
Entre esos artículos está el que prevé la retirada de esos títulos y condecoraciones que hayan sido concedidos o supongan la exaltación de la Guerra Civil y la dictadura. "La supresión afecta a aquellos otorgados a los instigadores y líderes del golpe militar de 1936", confirma Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática a NIUS. "Los títulos son incompatibles con nuestro sistema constitucional", añade.
"Podrán revocarse si queda acreditado que han realizado actos o conductas incompatibles con los valores democráticos" (Fernando Martínez López)
Desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática no se anticipa ni a quiénes ni a cuántos se les retirarán los títulos en cuanto la ley sea aprobada. Solo el criterio que marcará la decisión: "Podrán revocarse cuando quede acreditado que el beneficiario, antes o después de la concesión, con motivo de haber formado parte del aparato de represión de la dictadura franquista, hubiera realizado actos u observado conductas manifiestamente incompatibles con los valores democráticos y los principios rectores de protección de los derechos humanos".
El ducado de Franco, en el radar del Gobierno
La familia Franco está convencida que el ducado que ostenta Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima, desde julio de 2019, está claramente en el radar de los que caerán. Una nueva estocada. "Sin duda que el ducado de Franco está en el punto de mira del proyecto de ley, aunque suponga una desautorización expresa de una disposición del propio rey Juan Carlos", responde, vía mail, a este periódico el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina.
Sin conocer el articulado de la ley, Utrera-Molina ya avanza los reparos judiciales que están dispuestos a poner si hace falta. El ducado fue creado el 26 de noviembre de 1975, seis días después de la muerte del dictador y en vísperas de la coronación del rey Juan Carlos I.
"Los Franco seguirán llevando su apellido con orgullo, una retirada del título no cambia nada; Franco está ya en la historia, no se puede borrar", asegura la familia del dictador
"No se borra la historia, se explica", argumenta el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López
"El título nobiliario no abre puertas, no sé qué piensa Carmen Calvo que es tener un marquesado", reprocha María Luisa Yagüe, hermana del marqués de Yagüe
Coinciden los historiadores en que Franco mantuvo hasta 1945 buenas relaciones con la aristocracia. Hasta que la nobleza comprobó que no pensaba en una inmediata restauración monárquica. Desde ese momento, las "buenas relaciones" se tornaron distantes. No mejoraron las cosas la decisión del dictador de crear su propio "cuerpo de nobles" en 1948. El premio a los leales al franquismo, no todos militares, que hubiesen realizado servicios a favor de la causa, tomaron forma de condado, ducado o marquesado. Incluso Grandeza de España, el máximo honor para un noble en España.
Del conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima- Conde de Fenosa- para el financiero gallego Pedro Barrié de la Maza (en 1955), al conde De Arruga al oftalmólogo Hermenegildo Arruga (en 1950), pasando por el marquesado de Ramón y Cajal al Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. En total 37 títulos desde el 1948 a 1978, entre los que por supuesto están el duque de Primo de Rivera al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, a titulo póstumo; marqués Queipo de Llano al general Gonzalo Queipo de LLano, o el duque de Carrero Blanco y Grande de España a titulo póstumo al teniente coronel Luis Carrero Blanco.
La revisión de toda esa liturgia aristocrática llega ahora de la mano de la nueva Ley de Memoria Democrática, uno de los grandes proyectos legislativos del Gobierno de coalición. 66 artículos aprobados por el Consejo de Ministros el pasado martes, que vienen a rematar a la Ley de Memoria Histórica aprobada por otro gobierno socialista -el de José Luis Rodríguez Zapatero- en 2007.
Entre esos artículos está el que prevé la retirada de esos títulos y condecoraciones que hayan sido concedidos o supongan la exaltación de la Guerra Civil y la dictadura. "La supresión afecta a aquellos otorgados a los instigadores y líderes del golpe militar de 1936", confirma Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática a NIUS. "Los títulos son incompatibles con nuestro sistema constitucional", añade.
"Podrán revocarse si queda acreditado que han realizado actos o conductas incompatibles con los valores democráticos" (Fernando Martínez López)
Desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática no se anticipa ni a quiénes ni a cuántos se les retirarán los títulos en cuanto la ley sea aprobada. Solo el criterio que marcará la decisión: "Podrán revocarse cuando quede acreditado que el beneficiario, antes o después de la concesión, con motivo de haber formado parte del aparato de represión de la dictadura franquista, hubiera realizado actos u observado conductas manifiestamente incompatibles con los valores democráticos y los principios rectores de protección de los derechos humanos".
El ducado de Franco, en el radar del Gobierno
La familia Franco está convencida que el ducado que ostenta Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima, desde julio de 2019, está claramente en el radar de los que caerán. Una nueva estocada. "Sin duda que el ducado de Franco está en el punto de mira del proyecto de ley, aunque suponga una desautorización expresa de una disposición del propio rey Juan Carlos", responde, vía mail, a este periódico el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina.
Sin conocer el articulado de la ley, Utrera-Molina ya avanza los reparos judiciales que están dispuestos a poner si hace falta. El ducado fue creado el 26 de noviembre de 1975, seis días después de la muerte del dictador y en vísperas de la coronación del rey Juan Carlos I.
"Los Franco seguirán llevando su apellido con orgullo, una retirada del título no cambia nada; Franco está ya en la historia, no se puede borrar", asegura la familia del dictador
"No se borra la historia, se explica", argumenta el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López
"El título nobiliario no abre puertas, no sé qué piensa Carmen Calvo que es tener un marquesado", reprocha María Luisa Yagüe, hermana del marqués de Yagüe
Coinciden los historiadores en que Franco mantuvo hasta 1945 buenas relaciones con la aristocracia. Hasta que la nobleza comprobó que no pensaba en una inmediata restauración monárquica. Desde ese momento, las "buenas relaciones" se tornaron distantes. No mejoraron las cosas la decisión del dictador de crear su propio "cuerpo de nobles" en 1948. El premio a los leales al franquismo, no todos militares, que hubiesen realizado servicios a favor de la causa, tomaron forma de condado, ducado o marquesado. Incluso Grandeza de España, el máximo honor para un noble en España.
Del conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima- Conde de Fenosa- para el financiero gallego Pedro Barrié de la Maza (en 1955), al conde De Arruga al oftalmólogo Hermenegildo Arruga (en 1950), pasando por el marquesado de Ramón y Cajal al Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. En total 37 títulos desde el 1948 a 1978, entre los que por supuesto están el duque de Primo de Rivera al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, a titulo póstumo; marqués Queipo de Llano al general Gonzalo Queipo de LLano, o el duque de Carrero Blanco y Grande de España a titulo póstumo al teniente coronel Luis Carrero Blanco.
La revisión de toda esa liturgia aristocrática llega ahora de la mano de la nueva Ley de Memoria Democrática, uno de los grandes proyectos legislativos del Gobierno de coalición. 66 artículos aprobados por el Consejo de Ministros el pasado martes, que vienen a rematar a la Ley de Memoria Histórica aprobada por otro gobierno socialista -el de José Luis Rodríguez Zapatero- en 2007.
Entre esos artículos está el que prevé la retirada de esos títulos y condecoraciones que hayan sido concedidos o supongan la exaltación de la Guerra Civil y la dictadura. "La supresión afecta a aquellos otorgados a los instigadores y líderes del golpe militar de 1936", confirma Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática a NIUS. "Los títulos son incompatibles con nuestro sistema constitucional", añade.
"Podrán revocarse si queda acreditado que han realizado actos o conductas incompatibles con los valores democráticos" (Fernando Martínez López)
Desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática no se anticipa ni a quiénes ni a cuántos se les retirarán los títulos en cuanto la ley sea aprobada. Solo el criterio que marcará la decisión: "Podrán revocarse cuando quede acreditado que el beneficiario, antes o después de la concesión, con motivo de haber formado parte del aparato de represión de la dictadura franquista, hubiera realizado actos u observado conductas manifiestamente incompatibles con los valores democráticos y los principios rectores de protección de los derechos humanos".
El ducado de Franco, en el radar del Gobierno
La familia Franco está convencida que el ducado que ostenta Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima, desde julio de 2019, está claramente en el radar de los que caerán. Una nueva estocada. "Sin duda que el ducado de Franco está en el punto de mira del proyecto de ley, aunque suponga una desautorización expresa de una disposición del propio rey Juan Carlos", responde, vía mail, a este periódico el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina.
Sin conocer el articulado de la ley, Utrera-Molina ya avanza los reparos judiciales que están dispuestos a poner si hace falta. El ducado fue creado el 26 de noviembre de 1975, seis días después de la muerte del dictador y en vísperas de la coronación del rey Juan Carlos I.
"Los Franco seguirán llevando su apellido con orgullo, una retirada del título no cambia nada; Franco está ya en la historia, no se puede borrar", asegura la familia del dictador
"No se borra la historia, se explica", argumenta el secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López
"El título nobiliario no abre puertas, no sé qué piensa Carmen Calvo que es tener un marquesado", reprocha María Luisa Yagüe, hermana del marqués de Yagüe
Coinciden los historiadores en que Franco mantuvo hasta 1945 buenas relaciones con la aristocracia. Hasta que la nobleza comprobó que no pensaba en una inmediata restauración monárquica. Desde ese momento, las "buenas relaciones" se tornaron distantes. No mejoraron las cosas la decisión del dictador de crear su propio "cuerpo de nobles" en 1948. El premio a los leales al franquismo, no todos militares, que hubiesen realizado servicios a favor de la causa, tomaron forma de condado, ducado o marquesado. Incluso Grandeza de España, el máximo honor para un noble en España.
Del conde de las Fuerzas Eléctricas del Noroeste Sociedad Anónima- Conde de Fenosa- para el financiero gallego Pedro Barrié de la Maza (en 1955), al conde De Arruga al oftalmólogo Hermenegildo Arruga (en 1950), pasando por el marquesado de Ramón y Cajal al Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. En total 37 títulos desde el 1948 a 1978, entre los que por supuesto están el duque de Primo de Rivera al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, a titulo póstumo; marqués Queipo de Llano al general Gonzalo Queipo de LLano, o el duque de Carrero Blanco y Grande de España a titulo póstumo al teniente coronel Luis Carrero Blanco.
La revisión de toda esa liturgia aristocrática llega ahora de la mano de la nueva Ley de Memoria Democrática, uno de los grandes proyectos legislativos del Gobierno de coalición. 66 artículos aprobados por el Consejo de Ministros el pasado martes, que vienen a rematar a la Ley de Memoria Histórica aprobada por otro gobierno socialista -el de José Luis Rodríguez Zapatero- en 2007.
Entre esos artículos está el que prevé la retirada de esos títulos y condecoraciones que hayan sido concedidos o supongan la exaltación de la Guerra Civil y la dictadura. "La supresión afecta a aquellos otorgados a los instigadores y líderes del golpe militar de 1936", confirma Fernando Martínez López, secretario de Estado de Memoria Democrática a NIUS. "Los títulos son incompatibles con nuestro sistema constitucional", añade.
"Podrán revocarse si queda acreditado que han realizado actos o conductas incompatibles con los valores democráticos" (Fernando Martínez López)
Desde la Secretaría de Estado de Memoria Democrática no se anticipa ni a quiénes ni a cuántos se les retirarán los títulos en cuanto la ley sea aprobada. Solo el criterio que marcará la decisión: "Podrán revocarse cuando quede acreditado que el beneficiario, antes o después de la concesión, con motivo de haber formado parte del aparato de represión de la dictadura franquista, hubiera realizado actos u observado conductas manifiestamente incompatibles con los valores democráticos y los principios rectores de protección de los derechos humanos".
El ducado de Franco, en el radar del Gobierno
La familia Franco está convencida que el ducado que ostenta Carmen Martínez-Bordiú, la nietísima, desde julio de 2019, está claramente en el radar de los que caerán. Una nueva estocada. "Sin duda que el ducado de Franco está en el punto de mira del proyecto de ley, aunque suponga una desautorización expresa de una disposición del propio rey Juan Carlos", responde, vía mail, a este periódico el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina.
Sin conocer el articulado de la ley, Utrera-Molina ya avanza los reparos judiciales que están dispuestos a poner si hace falta. El ducado fue creado el 26 de noviembre de 1975, seis días después de la muerte del dictador y en vísperas de la coronación del rey Juan Carlos I.