"En el amanecer del sábado 27 de septiembre de 1975, cinco jóvenes militantes antifranquistas, dos de ellos pertenecientes a ETA (Ángel Otaegui y Juan Paredes Manot, Txiki) y tres al FRAP (Xosé Humberto Baena Alonso, José Luis Sánchez-Bravo Solla y Ramón García Sanz) perdieron la vida ante los últimos pelotones de fusilamiento de Franco, con el apoyo unánime de todos los ministros de su gobierno, a cuyo frente se encontraba Carlos Arias Navarro, quien había inaugurado su mandato con el asesinato a garrote vil de Salvador Puig Antich."
Txiki (Juan Paredes era extremeño, de Zalamea de la Serena (Babadjoz) hay una canción de URKO, que sonaba mucho por aquella época y que decía así:
2/1 GURE LAGUNEI
4) Extremadurako seme bateri
Yo soy hijo de Extremadura
con mi padre fui pastor.
niño y pobre vine a esta tierra,
que hoy es tierra de mi amor.
por servirla, me fui de casa.
de seis hijos, el mayor.
Niño y pobre vine a esta tierra,
que hoy es tierra de mi amor.
Trabajador, hermano amigo,
que en esta tierra partes el pan,
dame del tuyo y toma el mío,
vámonos juntos a luchar.
…………………………..
Reacciones de protestas--
Cuando el viernes 26 de septiembre, el Consejo de Ministros, por unanimidad y siguiendo las directrices de Francisco Franco, aprueba el fusilamiento de cinco de los once condenados a pena de muerte, se produce una inmensa conmoción. Franco había hecho oídos sordos a todas las peticiones de clemencia que le habían llegado, desde la del papa Pablo VI hasta la de su propio hermano Nicolás Franco, pasando por el Primer Ministro sueco, Olof Palme, y el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez. Los titulares de la prensa española proclamaban la generosidad del régimen por haber indultado a seis de los once condenados. Bajo el título Hubo clemencia, la prensa se plegaba a las consignas del régimen sin que se oyera una palabra disonante.
En el País Vasco se decretaba una huelga general en pleno Estado de excepción y que era seguida, mayoritariamente, por las diferentes ciudades españolas. Se multiplicaban los paros, las protestas, en todo el mundo; el clamor contra las ejecuciones no cesaba.
Las irregularidades de los procesos realizados ya habían sido denunciadas por el abogado suizo Chistian Grobet, que había asistido como observador judicial al consejo de guerra de Txiki en nombre de la Federación Internacional de Derechos del Hombre y de la Liga Suiza de Derechos del Hombre, en cuyo informe del 12 de septiembre dice:
... jamás el abajo firmante, desde que sigue los procesos políticos en España, ha tenido una impresión tan clara de asistir a un tal simulacro de proceso, en definitiva a una siniestra farsa, si pensamos un momento en el porvenir que les aguarda a los acusados
El presidente mexicano Luis Echeverría pide la expulsión de España de las Naciones Unidas. Doce países occidentales retiran a sus embajadores de Madrid. Las embajadas españolas de diversas ciudades son atacadas por los manifestantes, que incendian la de Lisboa ante la pasividad de la policía. 14
La respuesta del gobierno.
La respuesta del régimen es la convocatoria de una manifestación de adhesión en la madrileña plaza de Oriente, manifestación preparada por el teniente coronel José Ignacio San Martín, en la que Francisco Franco, físicamente muy debilitado, acompañado y respaldado públicamente por el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, proclama:
Todo lo que en España y Europa se ha armó obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. 15
Esta fue la última aparición pública del dictador.
En el País Vasco
El sábado 27 de septiembre se da comienzo a una huelga general de tres días de duración. Se estima que pararon más de 200.000 trabajadores. Era la tercera huelga general que se convocaba ese septiembre y ya había habido otras protestas en agosto. Aún estando declarado el estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa, los talleres y fábricas paran, se cierran los comercios y bares, hasta los barcos de pesca se quedan en puerto. Se realizan manifestaciones en todas las poblaciones importantes, que son reprimidas con violencia por la Policía Armada y la Guardia Civil llegándose a utilizar fuego real. Se realizan funerales en casi todas las poblaciones vascas, en San Sebastián se convoca un funeral para el día 30 a las 19:00 en la catedral del Buen Pastor cooficiado por el Obispo Monseñor José María Setién y otros 30 sacerdotes, pero no se puede celebrar, por estar tomada la plaza y el templo, por la policía. Aun así, se concentra una gran cantidad de personas y los disturbios duran hasta bien entrada la noche. Durante éstos, se producen disparos de bala y un niño es herido. Los disparos de fuego real son comunes en la represión de las manifestaciones.
Los tres días de huelga general se convierten en tres días de protestas generalizadas en las calles de los pueblos y ciudades del País Vasco. La respuesta del gobierno fue el tomar las poblaciones con Policía Armada y Guardia Civil, pero aun así, los disturbios son generalizados en las tres provincias vascas y en Navarra.
Reconocimiento como «víctimas reconocida de violencia política»[editar]
El 19 de noviembre de 2012 la comisión creada para la evaluación de las víctimas de violencia policial y de origen político entre los años 1960 y 1978 creada por el Parlamento y el Gobierno Vasco reconoce a Txiki y a Ángel Otaégui como víctimas de violación de los derechos humanos y sufrimientos injustos por la violencia de motivación política al considerar que en consejo de guerra en el que fueron condenados a muerte se vulneró su derecho a un juicio justo.>>>>>>>>>>
EXTRACTO DE LA VIKIPEDIA.
2/1 GURE LAGUNEI
4) Extremadurako seme bateri
Yo soy hijo de Extremadura
con mi padre fui pastor.
niño y pobre vine a esta tierra,
que hoy es tierra de mi amor.
por servirla, me fui de casa.
de seis hijos, el mayor.
Niño y pobre vine a esta tierra,
que hoy es tierra de mi amor.
Trabajador, hermano amigo,
que en esta tierra partes el pan,
dame del tuyo y toma el mío,
vámonos juntos a luchar.
…………………………..
Reacciones de protestas--
Cuando el viernes 26 de septiembre, el Consejo de Ministros, por unanimidad y siguiendo las directrices de Francisco Franco, aprueba el fusilamiento de cinco de los once condenados a pena de muerte, se produce una inmensa conmoción. Franco había hecho oídos sordos a todas las peticiones de clemencia que le habían llegado, desde la del papa Pablo VI hasta la de su propio hermano Nicolás Franco, pasando por el Primer Ministro sueco, Olof Palme, y el presidente de México, Luis Echeverría Álvarez. Los titulares de la prensa española proclamaban la generosidad del régimen por haber indultado a seis de los once condenados. Bajo el título Hubo clemencia, la prensa se plegaba a las consignas del régimen sin que se oyera una palabra disonante.
En el País Vasco se decretaba una huelga general en pleno Estado de excepción y que era seguida, mayoritariamente, por las diferentes ciudades españolas. Se multiplicaban los paros, las protestas, en todo el mundo; el clamor contra las ejecuciones no cesaba.
Las irregularidades de los procesos realizados ya habían sido denunciadas por el abogado suizo Chistian Grobet, que había asistido como observador judicial al consejo de guerra de Txiki en nombre de la Federación Internacional de Derechos del Hombre y de la Liga Suiza de Derechos del Hombre, en cuyo informe del 12 de septiembre dice:
... jamás el abajo firmante, desde que sigue los procesos políticos en España, ha tenido una impresión tan clara de asistir a un tal simulacro de proceso, en definitiva a una siniestra farsa, si pensamos un momento en el porvenir que les aguarda a los acusados
El presidente mexicano Luis Echeverría pide la expulsión de España de las Naciones Unidas. Doce países occidentales retiran a sus embajadores de Madrid. Las embajadas españolas de diversas ciudades son atacadas por los manifestantes, que incendian la de Lisboa ante la pasividad de la policía. 14
La respuesta del gobierno.
La respuesta del régimen es la convocatoria de una manifestación de adhesión en la madrileña plaza de Oriente, manifestación preparada por el teniente coronel José Ignacio San Martín, en la que Francisco Franco, físicamente muy debilitado, acompañado y respaldado públicamente por el entonces príncipe Juan Carlos de Borbón, proclama:
Todo lo que en España y Europa se ha armó obedece a una conspiración masónico-izquierdista, en contubernio con la subversión comunista-terrorista en lo social, que si a nosotros nos honra, a ellos les envilece. 15
Esta fue la última aparición pública del dictador.
En el País Vasco
El sábado 27 de septiembre se da comienzo a una huelga general de tres días de duración. Se estima que pararon más de 200.000 trabajadores. Era la tercera huelga general que se convocaba ese septiembre y ya había habido otras protestas en agosto. Aún estando declarado el estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa, los talleres y fábricas paran, se cierran los comercios y bares, hasta los barcos de pesca se quedan en puerto. Se realizan manifestaciones en todas las poblaciones importantes, que son reprimidas con violencia por la Policía Armada y la Guardia Civil llegándose a utilizar fuego real. Se realizan funerales en casi todas las poblaciones vascas, en San Sebastián se convoca un funeral para el día 30 a las 19:00 en la catedral del Buen Pastor cooficiado por el Obispo Monseñor José María Setién y otros 30 sacerdotes, pero no se puede celebrar, por estar tomada la plaza y el templo, por la policía. Aun así, se concentra una gran cantidad de personas y los disturbios duran hasta bien entrada la noche. Durante éstos, se producen disparos de bala y un niño es herido. Los disparos de fuego real son comunes en la represión de las manifestaciones.
Los tres días de huelga general se convierten en tres días de protestas generalizadas en las calles de los pueblos y ciudades del País Vasco. La respuesta del gobierno fue el tomar las poblaciones con Policía Armada y Guardia Civil, pero aun así, los disturbios son generalizados en las tres provincias vascas y en Navarra.
Reconocimiento como «víctimas reconocida de violencia política»[editar]
El 19 de noviembre de 2012 la comisión creada para la evaluación de las víctimas de violencia policial y de origen político entre los años 1960 y 1978 creada por el Parlamento y el Gobierno Vasco reconoce a Txiki y a Ángel Otaégui como víctimas de violación de los derechos humanos y sufrimientos injustos por la violencia de motivación política al considerar que en consejo de guerra en el que fueron condenados a muerte se vulneró su derecho a un juicio justo.>>>>>>>>>>
EXTRACTO DE LA VIKIPEDIA.