Manuel y Paco. Tenéis mucha razón. En los años 40 hubo mucha hambre, pero no en todos los españoles, unos vivían bien y otros no tanto (sucede al día de hoy). Pasaban más necesidades los habitantes de las ciudades que los que vivían en los pueblos, además el estraperlo era terrible, encareció la vida. Un detalle, un litro de aceite de oliva llegó a pagarse a 100 Pta. litro. Yo vivía en la ciudad, pero las vacaciones las pasaba en el pueblo y veía que se comía mejor en el pueblo que en la ciudad. En casa de mis abuelos no faltaba la leche, las patatas, los huevos, el pan, las gallinas, los conejos, los garbanzos... Y fruta. En la capital, León, había que comprar y dinero muy poco, en el pueblo se sembraba y se recogía. Lo dicho, en los pueblos no se pasaba hambre. En la capital, sí. Por un lado no había alimentos y tampoco dinero.
Un saludo.
Un saludo.