La matanza de católicos del 1936 fue planificada
"El silenci de les campanes", un nuevo estudio sobre aquella persecución religiosa, desmonta el mito de los "incontrolados".
Por alguna razón, miles y miles de españoles odiaban a los curas en 1936, dice cierto mito popular. El pueblo, indignado por el alzamiento militar del 18 de julio, con las armas que tenía a mano, se fue a matar curas.
Fueron sobre todo elementos incontrolados, o criminales salidos de la cárcel quienes hicieron algunos crímenes. Y en 2 meses los descontrolados mataron unos 3.400 clérigos, entre curas y frailes.
¿Pueden unos descontrolados matar 70 curas al día, que era la media de agosto de 1936?
El filólogo catalán Jordi Albertí, que se define catalanista y creyente, ha publicado una crónica analítica de los primeros meses de la Guerra Civil en Cataluña, centrándose en la persecución contra los católicos. Se titula "El silenci de les campanes, la persecució religiosa durant la guerra civil", y lo ha publicado la editorial Proa.
Según Albertí, las matanzas del 36 fueron planificadas: las planificaron los comunistas libertarios, es decir el partido anarquista (la FAI) y su sindicato, la CNT. Otros grupos de la izquierda fueron cómplices en distinta medida –especialmente entusiastas los comunistas-, o bien se inhibieron con omisiones culpables.
Odio y muerte, por fechas en España
Año 1931: mayo; asaltos, saqueos y quemas de casi 100 iglesias y edificios religiosos en Madrid, Valencia, Alicante, Murcia, Sevilla y Cádiz. La Guardia Civil y los bomberos no intervienen.
Año 1932: Expulsión de los jesuitas (más de 3.000). Quemas y asaltos de edificios eclesiales en Zaragoza, Córdoba, Cádiz (enero); Sevilla (abril); Granada (julio), Cádiz, Sevilla y Granada (octubre). Sensación de impunidad.
Año 1934: Revolución de Asturias, 33 curas y religiosos asesinados en Mieres, Turón, Oviedo.
Año 1936, antes del 18 de julio, día de la rebelión militar: 17 curas y religiosos asesinados.
Del 18 de julio al 1 de agosto: 861 clérigos asesinados.
Agosto de 1936: 2.077 asesinatos (más de 70 al día), incluyendo 10 obispos.
Asesinatos acumulados a 14 de septiembre: 3.400 sacerdotes y religiosos asesinados (no contamos laicos) en menos de 2 meses.
El resto de las víctimas se repartirán durante los siguientes años de la guerra
Años de prensa antirreligiosa
Según el historiador Vicente Cárcel, en 1936 existían en España 146 diarios antirreligiosos, algunos especialmente virulentos como El socialista, El Pueblo, o El Crisol, que aplaudieron en 1931 la quema de conventos y pedían más. El Crisol ya en 1931 decía que había polvorines en los conventos. El Heraldo de Madrid decía que los frailes empezaron disparando contra los obreros.
Pero para Jordi Albertí, todo el magma previo de anticlericalismo es insuficiente para explicar la magnitud de la matanza: de la quema más o menos frecuentes de conventos a la masacre de miles de sacerdotes hay un paso que implica organización y voluntad.
Joan Peiró (ministro de Industria de la República en el gobierno de Largo Caballero) es citado por Albertí como una de las pocas voces anarquistas que hablaron contra las matanzas. Y que especificó que no se trató sólo de los anarquistas: "todos los partidos, desde Estat Català al POUM, pasando por Esquerra Republicana y el Partido Socialista Obrero catalán, han dado un contingente de ladrones y asesinos por lo menos igual al de la CNT y la FAI", escribía en 1936 en su libro "Perill a la retaguardia".
Mucha memoria histórica... pero nadie ha pedido perdón.
"El silenci de les campanes", un nuevo estudio sobre aquella persecución religiosa, desmonta el mito de los "incontrolados".
Por alguna razón, miles y miles de españoles odiaban a los curas en 1936, dice cierto mito popular. El pueblo, indignado por el alzamiento militar del 18 de julio, con las armas que tenía a mano, se fue a matar curas.
Fueron sobre todo elementos incontrolados, o criminales salidos de la cárcel quienes hicieron algunos crímenes. Y en 2 meses los descontrolados mataron unos 3.400 clérigos, entre curas y frailes.
¿Pueden unos descontrolados matar 70 curas al día, que era la media de agosto de 1936?
El filólogo catalán Jordi Albertí, que se define catalanista y creyente, ha publicado una crónica analítica de los primeros meses de la Guerra Civil en Cataluña, centrándose en la persecución contra los católicos. Se titula "El silenci de les campanes, la persecució religiosa durant la guerra civil", y lo ha publicado la editorial Proa.
Según Albertí, las matanzas del 36 fueron planificadas: las planificaron los comunistas libertarios, es decir el partido anarquista (la FAI) y su sindicato, la CNT. Otros grupos de la izquierda fueron cómplices en distinta medida –especialmente entusiastas los comunistas-, o bien se inhibieron con omisiones culpables.
Odio y muerte, por fechas en España
Año 1931: mayo; asaltos, saqueos y quemas de casi 100 iglesias y edificios religiosos en Madrid, Valencia, Alicante, Murcia, Sevilla y Cádiz. La Guardia Civil y los bomberos no intervienen.
Año 1932: Expulsión de los jesuitas (más de 3.000). Quemas y asaltos de edificios eclesiales en Zaragoza, Córdoba, Cádiz (enero); Sevilla (abril); Granada (julio), Cádiz, Sevilla y Granada (octubre). Sensación de impunidad.
Año 1934: Revolución de Asturias, 33 curas y religiosos asesinados en Mieres, Turón, Oviedo.
Año 1936, antes del 18 de julio, día de la rebelión militar: 17 curas y religiosos asesinados.
Del 18 de julio al 1 de agosto: 861 clérigos asesinados.
Agosto de 1936: 2.077 asesinatos (más de 70 al día), incluyendo 10 obispos.
Asesinatos acumulados a 14 de septiembre: 3.400 sacerdotes y religiosos asesinados (no contamos laicos) en menos de 2 meses.
El resto de las víctimas se repartirán durante los siguientes años de la guerra
Años de prensa antirreligiosa
Según el historiador Vicente Cárcel, en 1936 existían en España 146 diarios antirreligiosos, algunos especialmente virulentos como El socialista, El Pueblo, o El Crisol, que aplaudieron en 1931 la quema de conventos y pedían más. El Crisol ya en 1931 decía que había polvorines en los conventos. El Heraldo de Madrid decía que los frailes empezaron disparando contra los obreros.
Pero para Jordi Albertí, todo el magma previo de anticlericalismo es insuficiente para explicar la magnitud de la matanza: de la quema más o menos frecuentes de conventos a la masacre de miles de sacerdotes hay un paso que implica organización y voluntad.
Joan Peiró (ministro de Industria de la República en el gobierno de Largo Caballero) es citado por Albertí como una de las pocas voces anarquistas que hablaron contra las matanzas. Y que especificó que no se trató sólo de los anarquistas: "todos los partidos, desde Estat Català al POUM, pasando por Esquerra Republicana y el Partido Socialista Obrero catalán, han dado un contingente de ladrones y asesinos por lo menos igual al de la CNT y la FAI", escribía en 1936 en su libro "Perill a la retaguardia".
Mucha memoria histórica... pero nadie ha pedido perdón.