Los archivos de Domingo Batet, general republicano fusilado por Franco, han sido examinados por primera vez por un monje benedictino de Montserrat, también historiador, en un libro recién publicado.
La biografía de un general republicano revela un Franco oportunista y cruel
Las juergas marroquíes de Franco
DOM Hilari Raguer, monje benedictino de Montserrat e historiador, acaba de publicar una amplia biografía del general Domingo Batet, que, fiel a la República, rechazó el «alzamiento», cayó preso en Burgos y tras juicio ordinario, fue fusilado el 18 de febrero de 1937, en presencia de 500 invitados.
Tres generales franquistas pero republicanos, o sea, Mola, Queipo de Llano y Cabanellas solicitaron en vano a Franco, gracia para Batet. Según algunos historiadores, Franco fusiló a Batet entre otras razones, para vengarse de Queipo de Llano, que había fusilado al General Campins a pesar de una solicitud de perdón efectuada por Franco, que era amigo de Campins. Detalle macabro y típicamente franquista. Hay que señalar que el general Batet hubo de ser condenado a dos penas de muerte, dado que una podía ser indultada. Dos, no.
El General Batet es un libro trágico, de gran rigor histórico, apoyado en documentos inéditos como los archivos del propio Batet -Hilari Raguer es el primer historiador que los ha estudiado- conservados hoy y consultables en el Archivo Tarradellas del Monasterio de Poblet, en la correspondencia del militar tarragonés o en el propio sumario del proceso que está en el Archivo Histórico Militar de Madrid. Constituye, entre otras cosas una brutal desmitificación del Caudillo en tanto que hombre y que militar. El monje Hilari Raguer, que ha trabajado diez años en su investigación, habla de la carta que acaba de recibir de Paul Preston, el historiador británico autor de la recién aparecida biografía de Franco. Preston afirma estar muy impresionado por el libro de
Raguer, que, aunque ha aparecido en catalán en las Publicacions de la Abadia de Montserrat, fue escrito originalmente en español porque Hilari Raguer estimó que era un caso de extremo interés y actualidad para todos los españoles. Sin embargo, importantes casas editoras españolas le dijeron que el libro «no es comercial».
Papeles del General Picasso
«La pieza más importante del Archivo Batet», admite Dom Hilari, «es un informe de 32 páginas, de puño y letra del general, sobre los altos mandos militares de Marruecos». Este informe formó parte del célebre e histórico «expediente del General Picasso», sobre el llamado «desastre de Annual», nombre de una batalla en la que el ejército colonial español fue aplastado por los marroquíes en gran parte a causa de la incuria e incompetencia de los mandos, así como de las ingerencias y favoritismos de Alfonso XIII en el ejército. Batet fue nombrado juez de los procedimientos motivados por el expediente Picasso y conservó toda la documentación relativa al caso, «aunque han desaparecido algunos papeles», precisa Raguer.
Entre los personajes descritos por Batet, está Franco, con estas líneas: «El Comandante Franco, del Tercio, tan traído y llevado por su valor, tiene poco de militar, no siente satisfacción de estar con sus soldados, pues se pasó cuatro meses en la plaza para curarse enfermedad voluntaria, que muy bien pudiera haberlo hecho en el campo, explotando vergonzosa y descaradamente una enfermedad que no le impedía estar todo el día en bares y círculos. Oficial como éste que pide la laureada y no se le concede, cuando con tanta facilidad se ha dado, porque sólo realizó el cumplimiento de su deber, ya está militarmente calificado».
Para el monje historiador, esta cuestión de la laureada es clave para explicar el odio africano de Franco a Batet. A éste, que había hecho con brillantez condecorada, la guerra de Cuba, de la que regresó con el grado de capitán; que recibió la laureada y Franco, jamás, a pesar de que intrigó día y noche para lograrla. Finalmente se la tuvo que conceder a sí mismo cuando ya se autonombró Generalísimo y fue Dictador. A lo largo de la terrible relación Franco-Batet, surge un Franco ambicioso, oportunista y cruel, cuya inquina hacía el catalán llegó al extremo de los hechos del 6 de octubre de 1934 en Cataluña, donde era entonces Batet capitán General.
Lluis Companys proclamó la República Catalana y, de hecho, la independencia dentro de un Estado Federal. Franco, que era asesor del Ministro de la Guerra, Hidalgo, usurpando poderes, dió orden de acabar con aquello a sangre y fuego, y con una masacre de catalanes. Batet consiguió liquidar el asunto sin tragedia para la población y Franco y la derecha no se lo perdonaron jamás. Curiosamente, la izquierda catalana tampoco perdonó a Batet su «españolismo botifler» y su familia fue perseguida por los «rojos», hasta que, ayudada por Tarradellas, amigo de Batet, pudo escapar a Francia. Batet, catalán, español y profundamente católico, fue un caso paralelo al de Carrasco i Formiguera, el fundador de UDC, perseguido a muerte por la FAI por ser católico y fusilado por Franco por ser catalanista.
El informe de Batet sobre los «africanos» que fueron la base del «Glorioso Alzamiento» comporta juicios muy duros: « Algunos oficiales de Regulares y del Tercio se sienten valientes a fuerza de morfina, cocaína o alcohol; se baten, sobre todo los primeros, en camelo: mucha teatralidad, mucho ponderar los hechos y mucho echarse para atrás y a la desbandada cuando encuentran verdadera resistencia». Y, tras salvar de la infamia a unos cuantos oficiales de auténtica profesionalidad y probado valor, emite esta opinión sobre el legendario Millán Astray, fundador, con Franco, de la Legión Extranjera o Tercio: «El teatral y payaso Millán, que tiembla cuando oye el silbido de las balas y rehuye su puesto y explota de la manera más inicua una herida que en cualquier otro hubiera sido leve, y por condescendencia de un médico, llega a ser grave».
Pintoresco retrato
En cuanto a Sanjurjo, «se bate, es valiente y nada más; disposición como organizador y ejercicio de sus deberes como militar, completamente nulo» Y aún más pintoresco el retrato del aviador Franco, hermano del futuro Caudillo: «El Capitán Franco, completamente borracho y en plan de guapo, sale a la escena del cine Alfonso XIII para cantar un dúo con la artista que actuaba, despojándose del uniforme para lucir sus formas y de cuanto le dotara la naturaleza». Expulsado del teatro, cogió a un periodista y le obligó a subir en un hidroavión con él, que dijo que iba a realizar una hazaña aérea. De hecho tuvo que amerizar en avería cerca de Alhucemas, donde lo recogió la grúa de un barco del puerto, lo que le valió un mes de castillo, que no cumplió.
Y, Dom Hilari Raguer, conversando con El MUNDO en el Monasterio de Montserrat, explicó: «Lo que he tenido en mis manos es el borrador manuscrito de Batet, que fue conservado por el General y luego por la familia. Hoy está en Poblet. El original escrito a máquina, ha desaparecido pero lo que es seguro es que Franco lo conoció». Además de este informe, el archivo Batet contiene otra voluminosa documentación.
Añade: «Hoy las cosas han cambiado mucho, afortunadamente, y, vencidas unas pequeñas dificultades iniciales, los Archivos Históricos Militares me fueron abiertos totalmente. Por cierto, es un eufemismo. Ni son archivos, ni son históricos. Son un caos de legajos que necesitan archivistas profesionales e informatización si se quiere que tengan utilidad. Por ejemplo, no pude encontrar la hoja de servicios de Batet en Cuba». ¿Y qué dificultades tuvo? «Cuando supieron que era de Montserrat, el oficial de turno me dijo: ¡Uy!, pero ustedes son muy separatistas ¿no?». En el bello y fresco claustro alto del Monasterio, románico y restaurado por Puig i Cadafalch, el monje historiador, lamenta: «Tras los hechos del 6 de Octubre, Batet y Azaña estuvieron enfrentados, como se cuenta en el libro. Fue una lástima y algo difícil de entender porque Batet se ajustaba perfectamente a la idea del militar republicano que Azaña había expuesto en sus libros sobre el Ejercito francés». Dom Hilari piensa que es difícil hacer una una rehabilitación de Batet ya que, «hay tantos que habría que revisar y tantos fusilados que habría que rehabilitar..., sin embargo, si que se va a proceder a una nueva visión de la figura del General Batet, este otoño que viene, con unos actos y coloquios en Barcelona y Madrid, sobre su figura, a los que asistirán importantes historiadores civiles y, espero, militares, así como hombres políticos. Es más, serán actos de auténtico interés político actual».
Buena lectura. Saludos
La biografía de un general republicano revela un Franco oportunista y cruel
Las juergas marroquíes de Franco
DOM Hilari Raguer, monje benedictino de Montserrat e historiador, acaba de publicar una amplia biografía del general Domingo Batet, que, fiel a la República, rechazó el «alzamiento», cayó preso en Burgos y tras juicio ordinario, fue fusilado el 18 de febrero de 1937, en presencia de 500 invitados.
Tres generales franquistas pero republicanos, o sea, Mola, Queipo de Llano y Cabanellas solicitaron en vano a Franco, gracia para Batet. Según algunos historiadores, Franco fusiló a Batet entre otras razones, para vengarse de Queipo de Llano, que había fusilado al General Campins a pesar de una solicitud de perdón efectuada por Franco, que era amigo de Campins. Detalle macabro y típicamente franquista. Hay que señalar que el general Batet hubo de ser condenado a dos penas de muerte, dado que una podía ser indultada. Dos, no.
El General Batet es un libro trágico, de gran rigor histórico, apoyado en documentos inéditos como los archivos del propio Batet -Hilari Raguer es el primer historiador que los ha estudiado- conservados hoy y consultables en el Archivo Tarradellas del Monasterio de Poblet, en la correspondencia del militar tarragonés o en el propio sumario del proceso que está en el Archivo Histórico Militar de Madrid. Constituye, entre otras cosas una brutal desmitificación del Caudillo en tanto que hombre y que militar. El monje Hilari Raguer, que ha trabajado diez años en su investigación, habla de la carta que acaba de recibir de Paul Preston, el historiador británico autor de la recién aparecida biografía de Franco. Preston afirma estar muy impresionado por el libro de
Raguer, que, aunque ha aparecido en catalán en las Publicacions de la Abadia de Montserrat, fue escrito originalmente en español porque Hilari Raguer estimó que era un caso de extremo interés y actualidad para todos los españoles. Sin embargo, importantes casas editoras españolas le dijeron que el libro «no es comercial».
Papeles del General Picasso
«La pieza más importante del Archivo Batet», admite Dom Hilari, «es un informe de 32 páginas, de puño y letra del general, sobre los altos mandos militares de Marruecos». Este informe formó parte del célebre e histórico «expediente del General Picasso», sobre el llamado «desastre de Annual», nombre de una batalla en la que el ejército colonial español fue aplastado por los marroquíes en gran parte a causa de la incuria e incompetencia de los mandos, así como de las ingerencias y favoritismos de Alfonso XIII en el ejército. Batet fue nombrado juez de los procedimientos motivados por el expediente Picasso y conservó toda la documentación relativa al caso, «aunque han desaparecido algunos papeles», precisa Raguer.
Entre los personajes descritos por Batet, está Franco, con estas líneas: «El Comandante Franco, del Tercio, tan traído y llevado por su valor, tiene poco de militar, no siente satisfacción de estar con sus soldados, pues se pasó cuatro meses en la plaza para curarse enfermedad voluntaria, que muy bien pudiera haberlo hecho en el campo, explotando vergonzosa y descaradamente una enfermedad que no le impedía estar todo el día en bares y círculos. Oficial como éste que pide la laureada y no se le concede, cuando con tanta facilidad se ha dado, porque sólo realizó el cumplimiento de su deber, ya está militarmente calificado».
Para el monje historiador, esta cuestión de la laureada es clave para explicar el odio africano de Franco a Batet. A éste, que había hecho con brillantez condecorada, la guerra de Cuba, de la que regresó con el grado de capitán; que recibió la laureada y Franco, jamás, a pesar de que intrigó día y noche para lograrla. Finalmente se la tuvo que conceder a sí mismo cuando ya se autonombró Generalísimo y fue Dictador. A lo largo de la terrible relación Franco-Batet, surge un Franco ambicioso, oportunista y cruel, cuya inquina hacía el catalán llegó al extremo de los hechos del 6 de octubre de 1934 en Cataluña, donde era entonces Batet capitán General.
Lluis Companys proclamó la República Catalana y, de hecho, la independencia dentro de un Estado Federal. Franco, que era asesor del Ministro de la Guerra, Hidalgo, usurpando poderes, dió orden de acabar con aquello a sangre y fuego, y con una masacre de catalanes. Batet consiguió liquidar el asunto sin tragedia para la población y Franco y la derecha no se lo perdonaron jamás. Curiosamente, la izquierda catalana tampoco perdonó a Batet su «españolismo botifler» y su familia fue perseguida por los «rojos», hasta que, ayudada por Tarradellas, amigo de Batet, pudo escapar a Francia. Batet, catalán, español y profundamente católico, fue un caso paralelo al de Carrasco i Formiguera, el fundador de UDC, perseguido a muerte por la FAI por ser católico y fusilado por Franco por ser catalanista.
El informe de Batet sobre los «africanos» que fueron la base del «Glorioso Alzamiento» comporta juicios muy duros: « Algunos oficiales de Regulares y del Tercio se sienten valientes a fuerza de morfina, cocaína o alcohol; se baten, sobre todo los primeros, en camelo: mucha teatralidad, mucho ponderar los hechos y mucho echarse para atrás y a la desbandada cuando encuentran verdadera resistencia». Y, tras salvar de la infamia a unos cuantos oficiales de auténtica profesionalidad y probado valor, emite esta opinión sobre el legendario Millán Astray, fundador, con Franco, de la Legión Extranjera o Tercio: «El teatral y payaso Millán, que tiembla cuando oye el silbido de las balas y rehuye su puesto y explota de la manera más inicua una herida que en cualquier otro hubiera sido leve, y por condescendencia de un médico, llega a ser grave».
Pintoresco retrato
En cuanto a Sanjurjo, «se bate, es valiente y nada más; disposición como organizador y ejercicio de sus deberes como militar, completamente nulo» Y aún más pintoresco el retrato del aviador Franco, hermano del futuro Caudillo: «El Capitán Franco, completamente borracho y en plan de guapo, sale a la escena del cine Alfonso XIII para cantar un dúo con la artista que actuaba, despojándose del uniforme para lucir sus formas y de cuanto le dotara la naturaleza». Expulsado del teatro, cogió a un periodista y le obligó a subir en un hidroavión con él, que dijo que iba a realizar una hazaña aérea. De hecho tuvo que amerizar en avería cerca de Alhucemas, donde lo recogió la grúa de un barco del puerto, lo que le valió un mes de castillo, que no cumplió.
Y, Dom Hilari Raguer, conversando con El MUNDO en el Monasterio de Montserrat, explicó: «Lo que he tenido en mis manos es el borrador manuscrito de Batet, que fue conservado por el General y luego por la familia. Hoy está en Poblet. El original escrito a máquina, ha desaparecido pero lo que es seguro es que Franco lo conoció». Además de este informe, el archivo Batet contiene otra voluminosa documentación.
Añade: «Hoy las cosas han cambiado mucho, afortunadamente, y, vencidas unas pequeñas dificultades iniciales, los Archivos Históricos Militares me fueron abiertos totalmente. Por cierto, es un eufemismo. Ni son archivos, ni son históricos. Son un caos de legajos que necesitan archivistas profesionales e informatización si se quiere que tengan utilidad. Por ejemplo, no pude encontrar la hoja de servicios de Batet en Cuba». ¿Y qué dificultades tuvo? «Cuando supieron que era de Montserrat, el oficial de turno me dijo: ¡Uy!, pero ustedes son muy separatistas ¿no?». En el bello y fresco claustro alto del Monasterio, románico y restaurado por Puig i Cadafalch, el monje historiador, lamenta: «Tras los hechos del 6 de Octubre, Batet y Azaña estuvieron enfrentados, como se cuenta en el libro. Fue una lástima y algo difícil de entender porque Batet se ajustaba perfectamente a la idea del militar republicano que Azaña había expuesto en sus libros sobre el Ejercito francés». Dom Hilari piensa que es difícil hacer una una rehabilitación de Batet ya que, «hay tantos que habría que revisar y tantos fusilados que habría que rehabilitar..., sin embargo, si que se va a proceder a una nueva visión de la figura del General Batet, este otoño que viene, con unos actos y coloquios en Barcelona y Madrid, sobre su figura, a los que asistirán importantes historiadores civiles y, espero, militares, así como hombres políticos. Es más, serán actos de auténtico interés político actual».
Buena lectura. Saludos