Para los tontos, los
libros son estorbos: alude al poco fruto que los necios obtienen de los libros; sobre todo, porque aunque los tengan en sus casas, no les sacan provecho. El
refrán señala tambien, con ironia, que el tonto sólo halla en los libros mas argumentos para su estulticia, pues no los sabe
leer y los comprende mal.