Cierto:
Un señor que yo conocí en su tiempo, de
Palencia, murió muy joven, excelente e inteligente persona, siempre decía:
"No es una desgracia ser pobre, la desgracia es ser pobre y tonto"
Y es verdad, a veces cuando más nos aprieta el zapato, mas alabamos al zapatero. Pena de país. Volveremos
a tiempos pasados, si Dios no lo remedia.