Funcionarios de carrera con oposición: NO SOBRA NINGUNO.
Funcionarios metidos a dedo: SOBRAN TODOS.
Funcionarios metidos a dedo: SOBRAN TODOS.
Lo de "funcionarios de carrera" es una reminiscencia del pasado.
Hoy día, ese concepto está obsoleto. La podredumbre que los políticos han introducido progresivamente en los estamentos de la Administración ya se extiende ampliamente entre los denominados "funcionarios de carrera".
Hay que remontarse a más de treinta años atrás para aplicar con propiedad estos términos.
Por poner algunos ejemplos.
Dentro de nuestra Administración abundan los funcionarios que han accedido a plazas convocadas con perfiles diseñados "ad hoc", como trajes a medida para los candidatos. Esa práctica se ha venido llevando a cabo desde que los políticos se dieron cuenta que podían manipular las convocatorias de oposiciones para favorecer a sus simpatizantes. En otras palabras, muchas plazas SE HAN CREADO PARA EL FUNCIONARIO, y no el funcionario para la plaza.
Las convocatorias de plazas actuales, suelen constar de una fase de oposición - que como ya he dicho, puede estar muy manipulada - y otra fase de concurso. Esta última es un saco sin foondo, que tanto puede tener la boca ancha como estrecha. Ahí cabe todo, PRINCIPALMENTE LOS CURSOS DE FORMACIÓN CONTROLADOS POR LOS SINDICATOS Y CORPORACIONES MÁS O MENOS COLGADAS A LA TETA DE LA VACA (España).
Yo he pertenecido a tribunales de selección, y desde mi criterio personal, puedo asegurar que más del 80% de las actividades que se exigen a los aspirantes no tienen casi nada que ver con los aspectos TÉCNICOS que requiere la función para la que, en teoría, se les va a seleccionar. Predominan criterios políticos sobre criterios técnicos. Tal puede ser, por ejemplo, exigir el conocimiento de un idioma a un barrendero, etc.
Los diferentes TEMARIOS se han venido modificando y los actuales no alcanzan en muchos casos los niveles de la ESO. Yo he tenido ante mis ojos exposiciones de temas llevadas a cabo por opositores, que tenían menos nivel que las que presentan los textos de secundaria y bachillerato.
En resumen, y sin pretender infundir el desaliento, desde mi humilde punto de vista, hablar en estos tiempos de "funcionarios de carrera" es casi un eufemismo. No niego que aún los hay, y que con suerte y por necesidad, los seguirá habiendo, pero la Administración española es un TOTUM REVOLUTUM donde se mezcla el mineral con la escoria.
¡Cómo la vida misma!
Saludos.
Hoy día, ese concepto está obsoleto. La podredumbre que los políticos han introducido progresivamente en los estamentos de la Administración ya se extiende ampliamente entre los denominados "funcionarios de carrera".
Hay que remontarse a más de treinta años atrás para aplicar con propiedad estos términos.
Por poner algunos ejemplos.
Dentro de nuestra Administración abundan los funcionarios que han accedido a plazas convocadas con perfiles diseñados "ad hoc", como trajes a medida para los candidatos. Esa práctica se ha venido llevando a cabo desde que los políticos se dieron cuenta que podían manipular las convocatorias de oposiciones para favorecer a sus simpatizantes. En otras palabras, muchas plazas SE HAN CREADO PARA EL FUNCIONARIO, y no el funcionario para la plaza.
Las convocatorias de plazas actuales, suelen constar de una fase de oposición - que como ya he dicho, puede estar muy manipulada - y otra fase de concurso. Esta última es un saco sin foondo, que tanto puede tener la boca ancha como estrecha. Ahí cabe todo, PRINCIPALMENTE LOS CURSOS DE FORMACIÓN CONTROLADOS POR LOS SINDICATOS Y CORPORACIONES MÁS O MENOS COLGADAS A LA TETA DE LA VACA (España).
Yo he pertenecido a tribunales de selección, y desde mi criterio personal, puedo asegurar que más del 80% de las actividades que se exigen a los aspirantes no tienen casi nada que ver con los aspectos TÉCNICOS que requiere la función para la que, en teoría, se les va a seleccionar. Predominan criterios políticos sobre criterios técnicos. Tal puede ser, por ejemplo, exigir el conocimiento de un idioma a un barrendero, etc.
Los diferentes TEMARIOS se han venido modificando y los actuales no alcanzan en muchos casos los niveles de la ESO. Yo he tenido ante mis ojos exposiciones de temas llevadas a cabo por opositores, que tenían menos nivel que las que presentan los textos de secundaria y bachillerato.
En resumen, y sin pretender infundir el desaliento, desde mi humilde punto de vista, hablar en estos tiempos de "funcionarios de carrera" es casi un eufemismo. No niego que aún los hay, y que con suerte y por necesidad, los seguirá habiendo, pero la Administración española es un TOTUM REVOLUTUM donde se mezcla el mineral con la escoria.
¡Cómo la vida misma!
Saludos.