sus fuerzas comenzaron a flaquear tiritaba y le temblaban...

Ya entrada la noche, la luna que miraba de reojo a German, vió como el pobre muchacho, estaba aterido de frio, y se compadeció de él. La luna fue asomando su rostro, muy sigilosamente, hasta alcanzar toda su plenitud.
German no daba crédito, a lo que estaba viendo, La luna resplandecía como nunca la había visto brillar, y se dio cuenta que la bella Catalina, pués así se llama la luna, no dejaba de mirarle.
German, sin perder tiempo, cogió sus pinceles y empezó ha pintar en el lienzo, a la bella Luna, pero....

sus fuerzas comenzaron a flaquear tiritaba y le temblaban las manos, pero aun así comenzó su cuadro.
Antes de poder terminarlo, cayó desplomado al suelo.
La luna se percató de que al chico pintor para el que ella estaba posando había palidecido, y su cuerpo yacía sobre una gran alfombre blanca.
Catalina no estaba dispuesta despues de baherse acicalado durante todo el día de sol, a que german no la pintase, estaba hermosa.
Comenzó a gritarle.
Pintor, chico no desvanezcas, levantate y continúa el cuadro, pronto vendra la mañana y no me veras mas de esta guisa y posando para ti, despierta.
German escuchaba sus quejidos como si estos retumbasen de muy lejos.
Realizó un esfuerzo para incorporarse, y en ese momento apareció...

NODRIZA, (dOLORES), ERES MI IDOLO,! ERES GENIAL!

Inés.

una gran estrella, la cual le dijo a German.
Ten fuerzas continúa tu cuadro por que mañana en la noche, la señora luna no posará para ti, y si lo hace no la veras sonrreir.
Has de terminar ese cuadro.
German se sorprendió al resplandor de la estrella, y respondió.
Mis manos estan heladas y la pintura tambien, la noche es demasiado fría y ya no puedo seguir.
Y volvió a perder sus fuerzas.
La estrella se apiadó del pintor e hizo un llamamiento al resto de las estrellas.
Venid por favor venid, ... (ver texto completo)