ESPERANDO QUE LA LLUVIA.
Una voz muy convencida
me comentó está mañana,
hace falta que la vida
sienta la noche más sana.
La lluvia no tiene prisa,
ni se la espera temprana
ella deja su sonrisa
en la tarde más profana.
Los árboles van pidiendo
una lluvia campechana,
y las praderas sintiendo
un calor que todo aplana.
No vale rezar temprano
ni pedir al calor calma,
dicen que vino el verano
con sudores en la cama.
Quiero sentir la frescura
en las tardes descaradas,
sin aguantar la diablura
de esas noches calentadas.
Está la tierra caliente
entre palabras airadas.
mientras tenemos presente
estás noches dislocadas.
El calor dejó sus huellas
y dicen que sufre el alma,
cuando miró a las estrellas
quisiera lograr su calma.
La lluvia del mes de agosto
dicen que se paga cara,
el calor azota el rostro
y parece mala vara,
Está tarde alguna nube
dicen que van de pasada,
y al Sol parece que cubre
en la dura encrucijada.
G X Cantalapiedra.
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