>>>>>>> Una mujer trabajadora de la fábrica de camiones CNH Industrial, propiedad del grupo Iveco, en Madrid, se quitó la vida el pasado sábado después de que se difundiera masivamente un vídeo sexual suyo, grabado hace cinco años, entre sus compañeros de trabajo, según ha informado el programa «Espejo Público».
Verónica, de 32 años y madre de dos niños, trabajaba en esta planta de automoción con unos 2.500 empleados, la mayoría de los cuales habría recibido la grabación, según creen sus compañeros. El vídeo llegó incluso hasta el marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad al enterarse. Apenas un día después se quitó la vida ahorcándose.
«Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar de la fábrica porque no aguantaba la presión, tanto aquí como de su entorno familiar», ha explicado Susana, compañera de trabajo de la fallecida. «Ella quería que la historia pasase, que la gente dejara de hablar cuanto antes, no tenía pensado denunciar», añade.
«Se le cayó el mundo»
«Cuando se enteró el marido de que el vídeo estaba circulando a ella se le cayó el mundo», afirma otro compañero.
Verónica fue víctima del acoso en el trabajo y recibió mucha presión. Según sus compañeros, llegó a hablar con Recursos Humanos sobre el problema.
El Código Penal establece la difusión de un vídeo íntimo, aun cuando se haya grabado con el consentimiento de la persona, es un delito que puede llevar aparejada pena de cárcel.>>>>>>>>>>
Verónica, de 32 años y madre de dos niños, trabajaba en esta planta de automoción con unos 2.500 empleados, la mayoría de los cuales habría recibido la grabación, según creen sus compañeros. El vídeo llegó incluso hasta el marido de la víctima, que sufrió una crisis de ansiedad al enterarse. Apenas un día después se quitó la vida ahorcándose.
«Se puso muy nerviosa y se tuvo que marchar de la fábrica porque no aguantaba la presión, tanto aquí como de su entorno familiar», ha explicado Susana, compañera de trabajo de la fallecida. «Ella quería que la historia pasase, que la gente dejara de hablar cuanto antes, no tenía pensado denunciar», añade.
«Se le cayó el mundo»
«Cuando se enteró el marido de que el vídeo estaba circulando a ella se le cayó el mundo», afirma otro compañero.
Verónica fue víctima del acoso en el trabajo y recibió mucha presión. Según sus compañeros, llegó a hablar con Recursos Humanos sobre el problema.
El Código Penal establece la difusión de un vídeo íntimo, aun cuando se haya grabado con el consentimiento de la persona, es un delito que puede llevar aparejada pena de cárcel.>>>>>>>>>>
Tremenda la noticia. Esta claro que la intimidad para estas personas que difunden esto no tiene ningún valor. Nos estamos deshumanizando de una forma que asusta.