DÍA -7 – 6 – 2023
La destrucción de Ucrania:
Seguimos igual o peor que hace unos meses, al parecer esto no tiene fin, por mucho que se les ayude, los señores de las guerras son implacables, fríos y calculadores, sin importarles el dolor que causan a sus pueblos, se nota que ellos no sufren nada parecido a los soldados, están bien resguardados en sus palacios, sin faltarles de nada, aunque la población no tenga alimentos, ni asistencia médica, pues carecen de lo más elemental, estas personas nunca se llegaran a saciar sus ansias de poder, cuando te dan las cifras de los muertos por miles, ya ni siquiera nos impresiona, y esto es una aberración, porque parece que las personas nacemos por un tubo y nada más lejos de la realidad, nacemos uno a uno de tras de cada nacimiento, hay una mujer, con muchísima ilusión y no poco dolor, estos desaprensivos, que les gusta jugar a las guerras sin contar con los que realmente ponen su vida en riesgo, deciden invadir a su vecino, para apoderarse de lo que no les pertenece, sin importarle las consecuencias, donde quiera que entren arrasan, matando a niños mujeres y ancianos, para ellos todo vale, los demás solo podemos verlo sin ninguna posibilidad de hacer nada, su ultima hazaña a sido destruir la presa, dejando las minas explosivas al descubierto, y destruyendo la vida de sus habitantes. Seria bueno que las personas normales, pudiéramos hablarles a estos barbaros a la cara, para decirles, ¿Por qué?, ¿con qué derecho te otorgas el quitar la vida a tus semejantes? A los que no entendemos ni aceptamos estos comportamientos, nos queda la esperanza de que existen personas que entregan sus vidas por salvar a sus semejantes, parece una contradicción, pero es así unos se dedican a destruir y matar y otros entregan sus vidas, para aliviar el dolor de los demás. Con eso me quedo.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
La destrucción de Ucrania:
Seguimos igual o peor que hace unos meses, al parecer esto no tiene fin, por mucho que se les ayude, los señores de las guerras son implacables, fríos y calculadores, sin importarles el dolor que causan a sus pueblos, se nota que ellos no sufren nada parecido a los soldados, están bien resguardados en sus palacios, sin faltarles de nada, aunque la población no tenga alimentos, ni asistencia médica, pues carecen de lo más elemental, estas personas nunca se llegaran a saciar sus ansias de poder, cuando te dan las cifras de los muertos por miles, ya ni siquiera nos impresiona, y esto es una aberración, porque parece que las personas nacemos por un tubo y nada más lejos de la realidad, nacemos uno a uno de tras de cada nacimiento, hay una mujer, con muchísima ilusión y no poco dolor, estos desaprensivos, que les gusta jugar a las guerras sin contar con los que realmente ponen su vida en riesgo, deciden invadir a su vecino, para apoderarse de lo que no les pertenece, sin importarle las consecuencias, donde quiera que entren arrasan, matando a niños mujeres y ancianos, para ellos todo vale, los demás solo podemos verlo sin ninguna posibilidad de hacer nada, su ultima hazaña a sido destruir la presa, dejando las minas explosivas al descubierto, y destruyendo la vida de sus habitantes. Seria bueno que las personas normales, pudiéramos hablarles a estos barbaros a la cara, para decirles, ¿Por qué?, ¿con qué derecho te otorgas el quitar la vida a tus semejantes? A los que no entendemos ni aceptamos estos comportamientos, nos queda la esperanza de que existen personas que entregan sus vidas por salvar a sus semejantes, parece una contradicción, pero es así unos se dedican a destruir y matar y otros entregan sus vidas, para aliviar el dolor de los demás. Con eso me quedo.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.
La culpa es de los malditos sicópatas que invaden a países que están en inferioridad de condiciones, de lo cual se aprovechan.