ERAN MUCHAS DIFERENCIAS...

ERAN MUCHAS DIFERENCIAS
Eran los años de 1975. En el mes de agosto, Aquel joven que se marchó de su tierra, para progresar en otra distinta. Y con el paso del tiempo pudo volver a su ambiente de hace años, estando de vacaciones, el joven soltero quizá la vista le engaño, o solo fue un querer ser lo que el deseaba, al poner sus ojos en una joven casi de su edad, más esta mujer de una familia de siempre como se dice en Castilla pudiente, estuvo hablando y queriéndola pretender, sus treinta años le daban confianza, al tener su economía resuelta, Más sus padres seguían en aquel pueblo donde los dos jovenes nacieron, y al enterarse de sus pasos con aquella joven, enseguida le avisaron de su mal acierto, más los dos jovenes caminaron por aquellas calles donde toda la gente les conocía, visitando cafeterías y locales de moda, sin importarles demasiado lo que les pudieran decir. El joven tenía su automóvil y su vida parecía seguir el camino del progreso, Más los padres de dicha joven la echaron el sermón, diciéndola que no era una persona de su categoría, que el solo era el hijo de un obrero de la agricultura, que por mucho que se quisiera darse el pisto, no les descalzaba en su poder económico. La joven hizo caso omiso de las palabras de sus padres, y pronto llegó a un acuerdo para seguir saliendo con dicho joven, aunque la distancia fuera de bastantes kilómetros. Debieron pasar unos meses y la joven un buen día del mes de enero, preparo su maleta y el joven la esperaba en su automóvil, para salir corriendo de dicho pueblo, sin enterarse los padres de la pareja de aquella salida hacía la felicidad, Fueron tiempos difíciles, más la pareja se casaron por el juzgado, al ser los dos mayores de edad, y los padres de ambos al enterarse se tiraban de los pelos, al ser familias cristianas y tradicionales, más el futuro esta en manos de quien se lo trabaja, y sabe salir adelante, sin esperar heredar de nadie ninguna propiedad ni dinero, La joven esposa se hizo cargo de su casa, siendo una perfecta madre, al tener dos hijos, y los abuelos de ambos lados tuvieron que entrar en razón, al ver a sus nietos que guapos y bien educados nunca quisieron saber nada de propiedades del campo, ni de distintas clases sociales. Hay amores que pueden romper viejas y penosas tradiciones, y la felicidad se gana día a día sabiendo estar en donde la vida te ponga, sin esperar herencias que a veces solo te dan problemas. Cuando la felicidad llame a tu puerta no la dejes escapar, quizá ya nunca regresará, y no habrá marcha atrás en tu destino. G X Cantalapiedra.