DÍA – 7 – 6 - 2024:...

DÍA – 7 – 6 - 2024:
AL DESCUBRIR LA VERDAD:
Alicia. Vive con su madre en un pueblo muy pequeño, de Alemania y no entiende porque María, su madre nunca le habla de Julián su padre, al que ella sin conocerle le tiene en un pedestal, al hacerse mayor le pide a su madre que le diga quien es y por qué nunca se le nombra en casa, María, accede a la petición de su hija, pues entiende que no puede seguir ocultándole la verdad, está bien creo que podrás entender el porque de mi silencio, tu padre y yo nos conocimos en un viaje de fin de curso por Europa, en el año 1950, que mis padres me regalaron al terminar la carrera, era un hombre, apuesto, rubio, muy culto, agradable, sensible, lo tenía todo para que una ingenua como yo cayera en sus brazos, cometimos la locura de casarnos en dicho viaje, cuando volvimos Alemania, me presentó a sus padres, y en ese momento me di cuenta de que mi vida no iba a ser como yo la había imaginado, tenían ideas políticas muy afines a los nazis, vivimos un tiempo con tus abuelos, hasta que no pude soportarlo, convenciendo a tu padre para que viviéramos solos. Al principio todo parecía que podíamos seguir adelante, aunque no estaba de acuerdo con sus ideas políticas intentaba comprenderle, todos los sábados por la noche nos reuníamos en casa de algún amigo, después de la cena los hombres se pasaban a otra habitación, para jugar al póker (eso es lo que decían), a las mujeres nos dejaban solas para no molestarnos con sus cosas, una de esas reuniones la hicieron en casa, recuerdo que esa noche no me sentía bien, así que decidí retirarme a descansar, pasé al despacho donde estaban los hombres para despedirme, pero estaban con una conversación tan apasionante que no me prestaron atención, decidí quedarme en un rincón hasta que alguno de ellos se diera cuenta de mi presencia, pero nada de eso paso, lo que oí me dejó paralizada, yo no me atrevía a moverme por miedo a que me descubrieran, aquellos hombres eran todos unos mafiosos, alardeaban de cómo extorsionaban a las personas indefensas, de cómo separaban a los niños recién nacidos de sus padres diciéndoles que habían nacido muertos, de los crímenes y de las desapariciones de los ancianos, de cómo entraban a las casas por las noches para saquearlas, cada uno contaba sus fechorías de su tiempo pasado, y los demás aplaudían brindando, riendo y alardeando de lo que fueron capaces de hacer. No sé cómo salí de allí sin que nadie me detuviera, estaba muy asustada, todo me daba vueltas, pero conseguí llegar a tu habitación donde estabas dormida, sin pensarlo salí de allí con lo puesto, solo saqué lo más imprescindible para poder sobrevivir unos días, en este momento no me siento con fuerzas para decirte, lo mal que lo pasé, vivía aterrorizada, a pesar de cambiarme de nombre y cambiarnos continuamente de domicilio, hasta que encontré trabajo, pero con lo que ya sabes te puedes hacer una idea del porque nunca quise hablarte de tu padre, aun siento miedo de que nos encuentren, siento muchísimo la desilusión que todo esto te esta ocasionando. Pero ya eres toda una mujer y tienes que ser tú la que decidas si puedes perdonarle, si algún día estás dispuesta a saber por lo que pasamos, lo tienes todo en mi diario, tienes mi permiso para que lo leas porque yo no me siento con fuerzas para hacerlo. Lo peor de todo es que no lo puedo olvidar
ROSARIO FAJARDO BLANCO.