DE DONDE VIENES MUJER
¿De dónde vienes mujer a las tres de la mañana?,
¡no te quiero responder mi vida nunca fue vana ¡
No ves que te pueden ver tus vecinas asomadas,
criticándote tal vez al comprobar tus andadas,
La mañana viene pronto y tu camisa manchada
la bebida que te den te dejara colocada.
No digas que tienes gancho ni prediques tus pasadas,
tu vida fue un zafarrancho con sus horas alocadas.
Dicen que vienes callando y a veces adormilada,
otros te verán llorando con tu blusa desbocada.
Puedes volar por el mundo más te veras demacrada,
no mires al vagabundo que su vida está quemada.
El mañana no está lejos e imploraras vivir calma,
nadie romperá complejos ni puede lavarte el alma.
De dónde vienes mujer en tu dura encrucijada,
no nos hables del querer ni de la noche embrujada,
Hay caminos en la noche que buscan la madrugada,
y conocen el reproche de la vida dislocada.
No dejes que te critiquen, ni quieras llorar sin ganas,
mucho menos verte a pique por no vivir noches sanas.
No le preguntes al viento frío de las madrugadas,
sí conocer sufrimiento es de mujeres marcadas.
No mires a las estrellas ni grites si te reclaman,
que las noches que son bellas pueden terminar en llamas.
G X Cantalapiedra.
¿De dónde vienes mujer a las tres de la mañana?,
¡no te quiero responder mi vida nunca fue vana ¡
No ves que te pueden ver tus vecinas asomadas,
criticándote tal vez al comprobar tus andadas,
La mañana viene pronto y tu camisa manchada
la bebida que te den te dejara colocada.
No digas que tienes gancho ni prediques tus pasadas,
tu vida fue un zafarrancho con sus horas alocadas.
Dicen que vienes callando y a veces adormilada,
otros te verán llorando con tu blusa desbocada.
Puedes volar por el mundo más te veras demacrada,
no mires al vagabundo que su vida está quemada.
El mañana no está lejos e imploraras vivir calma,
nadie romperá complejos ni puede lavarte el alma.
De dónde vienes mujer en tu dura encrucijada,
no nos hables del querer ni de la noche embrujada,
Hay caminos en la noche que buscan la madrugada,
y conocen el reproche de la vida dislocada.
No dejes que te critiquen, ni quieras llorar sin ganas,
mucho menos verte a pique por no vivir noches sanas.
No le preguntes al viento frío de las madrugadas,
sí conocer sufrimiento es de mujeres marcadas.
No mires a las estrellas ni grites si te reclaman,
que las noches que son bellas pueden terminar en llamas.
G X Cantalapiedra.